Vacunar a más gente no va necesariamente a promover la proliferación de más variantes virulentas

Hasta ahora, los datos demuestran que vacunar protege de la enfermedad y de la infección, por lo que ayuda a reducir la transmisión


El portal Agencia Latinoamericana de Información (ALAINET) ha publicado un artículo con los argumentos de Geert Vanden Bossche, un virólogo alemán que en el pasado ha trabajado para la Alianza para la Vacunación (GAVI) y la Fundación Bill y Melinda Gates, que cuestiona la campaña de vacunación masiva que está teniendo lugar en todo el planeta. En concreto, Vanden Bossche afirma que una mayor vacunación implicará también una mayor infecciosidad del virus, lo que hará que aumente “la posibilidad de resistencia viral a las vacunas”. Se trata de una afirmación ENGAÑOSA: si bien tal fenómeno puede darse en determinados contextos, el hecho de que la vacuna reduzca la transmisión del virus disminuye también la probabilidad de que esto pase.

“Mientras más usemos vacunas para inmunizar a personas en medio de la pandemia, más infeccioso se volverá el virus”, señala este científico. A su vez, un virus más infeccioso: “Incrementa la posibilidad de resistencia viral a las vacunas”.

Según el artículo, el virólogo insiste en que existe una relación directamente proporcional entre la cantidad de vacunas administradas y la aparición de variantes más infecciosas, y que esto a su vez “incrementa la posibilidad de resistencia viral a las vacunas”. Aunque tal fenómeno puede darse en determinados contextos, el hecho de que la vacuna reduzca la transmisión del virus disminuye también la probabilidad de que esto pase.

A nivel individual, existe el riesgo de que surjan variantes cuando el sistema inmune no logra deshacerse del virus y éste puede seguirse replicando en el cuerpo durante un tiempo ”, indica a Verificat Adelaida Sarukhan, inmunóloga y redactora científica del Instituto de Salud Global (ISGlobal) de Barcelona. 

De hecho, varios estudios sugieren que algunas de las variantes hayan podido surgir en pacientes inmunocomprometidos en los que la infección duró varios meses, y que fueron tratados con plasma convaleciente: “Los anticuerpos en el plasma no lograron eliminar al virus pero sí ejercieron una presión selectiva sobre él, que fue acumulando mutaciones capaces de escapar a dichos anticuerpos”, concluye.

Las vacunas han mostrado proteger no solo de la enfermedad, sino también de la infección, y por lo tanto, ayudan a reducir la transmisión del virus en la población: “Entre menos se transmite el virus, menos se replica y muta. De ahí la importancia de vacunar con la pauta completa al máximo número de personas (para evitar niveles sub-óptimos de anticuerpos), y en el menor tiempo posible”, concluye la experta. 

A más inmunidad, más presión sobre el virus

Hay que recordar que la resistencia viral ocurre cuando aumenta la inmunidad de la población, ya sea esta a través de la infección natural o a través de la vacunación: “Entre más inmunidad haya en la población, más presión selectiva habrá sobre el virus, y más probabilidad de que aquellos virus con mutaciones que evaden dicha inmunidad sean los que se puedan replicar y transmitir”, concluye Sarukhan.