Un eventual enfriamiento del Sol no revertiría los efectos del calentamiento global
Corre el rumor de que vamos hacia un ‘gran mínimo solar’ que producirá una Pequeña Edad de Hielo, pero es falso
¿Qué se ha dicho?
Que el Sol se dirige hacia un gran mínimo solar, un período prolongado de menor actividad que la media, y que esto frenaría el calentamiento global
¿Qué sabemos?
Que la ciencia aún no tiene capacidad predictiva para saber si realmente ocurrirá este gran mínimo solar en los próximos años. De ser así, los científicos señalan que no afectará a las temperaturas de forma global.
Está circulando por internet un vídeo en el que alguien cuya identidad se desconoce asegura que, para entender los motivos de la ola de calor en la Antártida es preciso explicar un concepto como gran mínimo solar, es decir, un periodo de menor actividad solar que la media que puede durar hasta varios siglos. A lo largo de la locución, la voz en off explica que en los próximos años el Sol experimentará una bajada de las temperaturas y que, por tanto, el calentamiento global no va a seguir produciéndose. Es FALSO. Para empezar, la ciencia aún carece de herramientas para determinar con exactitud si las temperaturas del Sol van a llegar a esos mínimos históricos pero, en cualquier caso, los modelos actuales señalan que un gran mínimo solar tendría un impacto menor en la temperatura media global del planeta que los efectos de la actividad humana, principal causante del cambio climático.
Se está reportando con bombo y platillo que la ola de calor en el hemisferio sur está derritiendo los icebergs […] pero para hablar de esto tenemos que ir a los muchos trasfondos y uno de ellos es el gran mínimo solar
El narrador del vídeo arranca su discurso explicando los orígenes del reciente derrumbe de una plataforma de hielo en la Antártida tras una reciente y excepcional ola de calor que ha tenido lugar en la región, y que ha aparecido en numerosos medios de comunicación. Según los datos obtenidos, se registraron hasta 40ºC de temperatura por encima de lo normal en el Polo Sur, lo que, según algunos científicos, podría ser una señal inequívoca del cambio climático (aunque aún queda por demostrar si realmente está vinculado).
El narrador señala que, en realidad, la razón del derrumbe es la supuesta erupción de volcanes bajo esa plataforma de hielo, negando así que las altas temperaturas hayan podido ser el origen del desplome.
Para reforzar su hipótesis, añade que la Tierra va hacia un enfriamiento por un fenómeno conocido como gran mínimo solar y explica y, apoyándose en varios estudios científicos, que la temperatura del Sol bajará en las próximas décadas. Algo que, según da a entender, revertiría los efectos del cambio climático. Sin embargo, esta teoría ha sido desmontada en numerosas ocasiones en el pasado por el poco impacto que una situación así pudiera tener en la atmósfera terrestre.
Un gran mínimo solar es impredecible
A lo largo de su vida útil, el Sol experimenta cambios naturales en la producción de energía. “Cada 11 años más o menos, el campo magnético del Sol cambia completamente. Esto significa que los polos norte y sur del Sol cambian de lugar. Luego, demoran unos 11 años en volver de nuevo a la posición inicial”, señala este artículo divulgativo de la NASA. A lo largo de estos ciclos, sin embargo, la temperatura del Sol solo varía un 0,1%.
A cada periodo de 11 años, los científicos que estudian el comportamiento del Sol lo llaman ciclo solar, que se divide en dos épocas.“El comienzo de un ciclo solar es un mínimo solar, o cuando el Sol tiene menos manchas solares [enormes tormentas magnéticas que aparecen como regiones más oscuras y frías en la superficie del Sol]. Con el paso del tiempo aumenta la actividad solar y, con ella, el número de manchas solares. La mitad del ciclo solar es el llamado máximo solar, o cuando el Sol tiene la mayor cantidad de manchas solares. A medida que el ciclo termina, vuelve al mínimo solar y comienza un nuevo ciclo”, añade.
Cuando varios ciclos solares muestran una actividad inferior a la media durante décadas o siglos, se produce el famoso gran mínimo solar. La última vez que sucedió fue entre 1645 y 1715 y se conoce como el mínimo de Maunder. Las investigaciones apuntan a que contribuyó de forma notable a que fuera el periodo más frío registrado en la Pequeña Edad de Hielo, que va desde finales de la Edad Media hasta casi acabado el siglo XIX. Sin embargo, según algunas investigaciones, lo que inició este periodo no fue el Sol, sino la erupción de ciertos volcanes.
Aunque es cierto que diversos trabajos como los que menciona el autor del vídeo han estimado que se avecina un gran mínimo solar, la comunidad científica sostiene que son predicciones imprecisas. “Hoy en día los científicos no tenemos capacidad predictiva para saberlo”, señala a Verificat José María Vaquero, catedrático de Física de la Tierra en la Universidad de Extremadura (UEX).
La temperatura del Sol afecta menos que la actividad humana
Esta variación de la actividad solar puede influir también en la temperatura y clima de ciertas regiones de la Tierra a través de diversos mecanismos complejos. Sin embargo, el consenso científico actual apunta a que las variaciones a largo y corto plazo en la actividad solar juegan solo un papel muy pequeño en los cambios del clima de la Tierra, según el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas. “Si se produjese uno de esos grandes mínimos, en ningún caso pararíamos el cambio climático” ni tampoco “la tendencia de altas temperaturas”, aclara Vaquero.
Coinciden con él los científicos de la NASA. “En ocasiones, los investigadores han predicho que los próximos ciclos solares también pueden exhibir períodos prolongados de actividad mínima”. Sin embargo, añade, “los modelos para tales predicciones aún no son tan sólidos como los modelos para nuestro clima y no se consideran concluyentes”, apuntan.
“Desde 1750, el calentamiento provocado por los gases de efecto invernadero provenientes de la quema humana de combustibles fósiles es más de 50 veces mayor que el ligero calentamiento adicional proveniente del propio Sol durante ese mismo intervalo de tiempo”, explica un artículo de la NASA. Y añade: “Incluso si un gran mínimo solar durara un siglo, las temperaturas globales continuarían calentándose. La razón de esto es que más factores que las variaciones en la producción del Sol cambian las temperaturas globales en la Tierra, el más dominante de ellos hoy en día es el calentamiento que proviene de las emisiones de gases de efecto invernadero inducidas por el hombre”.
Por otro lado, los científicos de la NASA insisten en que si ocurriera un gran mínimo solar, “reduciría temporalmente las temperaturas globales en menos de 0,3 °C, mientras que los humanos ya están causando un calentamiento de 0,2 °C por década”.
Un análisis del Imperial College de Londres va en la misma dirección: “Los resultados sacados de estudios estadísticos de temperatura global coinciden con los de los modelos climáticos, señalando que, mientras que los aumentos en la actividad solar probablemente contribuyeron entre un 7% y un 30% al calentamiento global aparente durante el siglo anterior a la década de 1960, el calentamiento en la última parte del siglo XX es casi enteramente debido a las crecientes concentraciones de gases de efecto invernadero de la actividad humana”, señala Joanna Haigh, autora del documento.
La inmensa mayoría de los rumores son recurrentes: aunque ya han sido desmontados en numerosas ocasiones (como este que señala que el cambio climático se debe al carácter cíclico del clima), vuelven a aparecer en ciertos medios o canales de comunicación. Es el caso del rumor que desmontamos en este artículo, y que habla de que la Tierra se encamina hacia un periodo de gran mínimo solar, y que ha salido ya en el pasado en algunos medios de comunicación.