Ser «respiracionista» no tiene ningún sentido científico

Se ha hecho viral un video en el que aparece una mujer que afirma ser "respiracionista" y que no utiliza mascarilla porque asegura que no está contagiada y que no contagiará nadie. Sus argumentos son falsos. Te explicamos por qué.

"Asintomáticos somos todas las personas sanas. Las puedes llamar sanas o asintomáticas y crear una patología donde no la hay"

Los estudios actuales calculan que 1 de cada 5 infectados de covid-19 es asintomático, es decir, que están contagiados pero no expresan síntomas de coronavirus. No obstante, los expertos resaltan que estas cifras son una estimación porque saber el número exacto de asintomáticos depende, entre otros, de la capacidad de hacer tests en cada país. Es importante destacar que aún estamos conociendo la enfermedad de la covid-19 y la forma en que se comporta, pero a día de hoy los tests representan una herramienta de diagnóstico y un resultado positivo es suficiente para ser considerado una persona infectada con la enfermedad.

Las personas asintomáticas son aquellas que, a pesar de haberse infectado con el virus del SARS-CoV-2, no muestran ninguna sintomatología a lo largo de toda la enfermedad. Esto difiere de los 'pre-sintomáticos', que son aquellos pacientes que aún no han desarrollado los síntomas de la enfermedad.

Los asintomáticos son, de media, un 42% menos contagiosos que los pacientes que presentan síntomas, según un meta-análisis que ha evaluado más de 20.000 pacientes con estas características. Otros estudios rebajan el porcentaje todavía un poco más, pero los expertos advierten de que las personas asintomáticas siguen representando un problema de salud pública ya que son más susceptibles de hacer vida normal fuera de casa que los sintomáticos.

"Considero una necesidad básica respirar"

La mujer entrevistada también asegura que para ella respirar es "una necesidad básica" y que por este motivo rechaza llevar la mascarilla. Varios estudios han evaluado cómo es el intercambio de gases al llevar mascarilla. Se concluye que no afecta a los niveles de oxígeno. Uno de ellos, con 25 personas de una media de edad de 76 años. Otro evalúa el rendimiento deportivo con y sin mascarilla quirúrgica y no encuentra diferencias ni en rendimiento ni en niveles de oxígeno. Un tercero estudió pacientes con afectaciones pulmonares que daban paseos con mascarilla quirúrgica y tampoco encontró ninguna relación entre las mascarillas y una deficiencia en el intercambio de gases.

Con las mascarillas de tipo FFP2, por el contrario, sí parece haber alguna limitación, como afirma este estudio hecho con dentistas que llevaban dos mascarillas de protección mientras ejercían una cirugía.

El problema de las mascarillas es que son "una barrera física, que nos da calor o sensación de ahogamiento"; esto "retrasa la entrada de aire, pero no quiere decir que te estés ahogando", explicaba en agosto a Verificat Judit Villar, infectóloga del Hospital del Mar. Esta sensación puede pasar sobre todo con las mascarillas FFP2, las más densas, que normalmente se recomienda utilizar en entornos profesionales. Como dice un estudio de la Universidad de Stanford, "se estima que las mascarillas N95 [FFP2] reducen entre un 5 y un 20% la entrada de oxígeno", una cifra significativa que puede provocar "lesiones en los pulmones" de una persona con una dolencia crónica que lleve una mascarilla de este tipo durante "varias horas seguidas". 

Las mascarillas quirúrgicas y las caseras de tela no tienen contraindicaciones. "Los efectos secundarios de las mascarillas quedan muy reducidos si se utilizan adecuadamente", afirma Padrós. El responsable del servicio de prevención insiste en la importancia de respetar la frecuencia recomendada para hacer el cambio de mascarilla, no tocarlas cuando las llevamos puestas y seguir tomando el resto de medidas de seguridad (lavado de manos, evitar aglomeraciones y mantener la distancia social). Padrós sugiere siempre probar la mascarilla y analizar cómo reacciona el cuerpo.