¿Qué sabemos del estudio en el que Ayuso se basa para decir que es “más difícil” encontrar trabajo con “apellido español” en Catalunya?

Isabel Díaz Ayuso lo afirmó basándose en un estudio que en realidad se hizo en los años del procés


Asamblea de Madrid / ElDiario.es

¿Qué se ha dicho?

Que, según la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, un hombre de Fuenlabrada, si tiene que buscar un puesto de trabajo en Catalunya, lo tiene mucho más difícil por tener un apellido español, castellano.

¿Qué sabemos?

El estudio reciente al que la presidenta hace referencia sí halló discriminación por parte de empleadores en Catalunya a solicitantes con residencia en Madrid y apellido castellano, pero el análisis se realizó entre 2016 y 2018, es decir, durante el procés, y no en la actualidad.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, señaló durante la primera sesión del pleno de la Asamblea de Madrid del pasado 14 de septiembre, que “cuando un hombre de Fuenlabrada, como hemos leído hoy en El Confidencial, tiene que buscar un puesto de trabajo en Catalunya […] lo tiene mucho más difícil por tener un apellido español, castellano” [minuto 27:35]. Es una afirmación que posteriormente ha sido replicada en medios como The Objective en referencia al “supremacismo catalán”. ¡Lo explicamos!

Esta afirmación alude a un experimento llevado a cabo por Javier Polavieja, doctor en Sociología por la Universidad de Oxford (Reino Unido) y profesor de investigación del Instituto de Políticas y Bienes Públicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), llevado a cabo en el marco del procés de independencia, concretamente entre noviembre de 2016 y mayo de 2018.

Sin embargo, Polavieja ha explicado a Verificat que, aunque usó una metodología similar a una veintena de estudios parecidos realizados en Europa, los resultados no están publicados en ninguna revista académica y que no ha actualizado su experimento más allá de 2018. “Lo que esté pasando hoy, ahora mismo, no lo sabemos y pronunciarse al respecto sería especular”, apunta Polavieja.

El análisis, que forma parte del proyecto GEMM, está enmarcado en el Programa Marco denominado Horizonte 2020 de la UE, que busca analizar la discriminación laboral en la Unión Europea, no específicamente dentro de España. Sus conclusiones se han hecho públicas a través de comunicaciones de congreso, un artículo del mismo investigador en Agenda Pública-El País y una entrevista reciente a Polavieja sobre su trabajo en El Confidencial, a la que hizo referencia Díaz Ayuso en su intervención.

“Cuando un hombre de Fuenlabrada, como hemos leído hoy en El Confidencial, tiene que buscar un puesto de trabajo en Catalunya, uno de Madrid, lo tiene mucho más difícil por tener un apellido español, castellano”

Polavieja observó que, durante el periodo del procés, una persona con nombres y apellidos castellanos —entendidos como aquellos más comunes en España, según el INE— que solicitara un empleo en Catalunya desde una dirección postal madrileña manifestando saber catalán y dejando claro que era originario de esta comunidad tendría que mandar un 40% más de solicitudes de empleo para tener una respuesta positiva que una persona idéntica (mismo currículum, misma dirección postal y mismo conocimiento de catalán) con apellidos griegos, italianos, alemanes u holandeses.

El estudio no incluye casos de solicitantes de empleo residentes ya en Catalunya. Por otro lado, esta discriminación contra los apellidos castellanos, comenta en una entrevista para El Confidencial, “solo la encontramos en Catalunya, en ningún otro sitio más de España”. Sin embargo, el investigador explica a Verificat que “los hallazgos de este estudio no deben extrapolarse automáticamente a otros momentos del tiempo”.

Polavieja insiste en que este estudio se ha hecho con datos recabados entre noviembre de 2016 y mayo de 2018, esto es, durante una parte del periodo que abarca el procés, lo que significa que, dado el contexto de ese momento, “es muy probable que los resultados obtenidos reflejen la muy especial coyuntura sociopolítica del momento, caracterizada por un altísimo nivel de polarización étnica”. 

¿Cómo hicieron el experimento?

Mandaron un total de 3.000 currículums a ofertas de empleo reales, y observaron cuántos de estos obtenían respuestas favorables por parte del empleador catalán. O sea, que analizaron cómo se comportaban los empleadores frente a candidatos/as con apellidos castellanos respecto a los candidatos con apellidos alemanes, italianos, griegos, holandeses o británicos, en igualdad de condiciones (todos eran originarios de Cataluña, sabían catalán y enviaban el currículum desde Madrid).

Y la estimación fue que una persona con nombres y apellidos castellanos que solicitara empleo durante este periodo del procés desde una dirección postal madrileña a un puesto vacante en Cataluña tendría que mandar un 40% más de solicitudes de empleo para tener la misma respuesta que una persona idéntica, pero con apellidos de otras nacionalidades europeas.

Apellidos catalanes versus castellanos

Hicieron un segundo experimento, comparando candidatos con apellidos catalanes y otros con apellidos castellanos, y vieron que la discriminación se seguía produciendo tanto en el norte de Catalunya (Girona y Lleida) como en el sur (Tarragona y Barcelona), aunque lo hicieron mandado alrededor de 300 currículums a ofertas de trabajo reales activas durante dos meses (marzo y mayo de 2018).

Los resultados fueron en general similares respecto a la discriminación por apellidos castellanos, pero curiosamente sí que vieron que en las provincias del norte (Girona y Lleida) los solicitantes con apellidos reconociblemente castellanos “tendrían que mandar el doble de solicitudes” que los solicitantes catalanes “para obtener una respuesta positiva por parte de las empresas en el periodo analizado”. Eso no lo observaron en el sur.

El investigador insiste en que hay que ser cauto con estas estimaciones, pues “estas tasas de respuesta positiva tienen un margen de error estadístico” que depende el número de empresas testadas. ¿Eso qué significa? Que, por ejemplo, en las provincias del norte hubo pocas vacantes ofertadas en el periodo estudiado (73) y esto “hace que los márgenes de error sean más amplios (es decir, que tenemos menos certidumbre con respecto al estimador) que en las provincias del sur (con 530 empresas testadas con este tipo de candidatos, 481 en la provincia de Barcelona)”.

En las provincias del sur, básicamente Barcelona, los solicitantes con apellidos castellanos tendrían que enviar en torno a un 38 por ciento más de solicitudes que los solicitantes idénticos con apellidos catalanes. “Esta es una tasa de discriminación mucho menor que la que encontramos en las provincias del norte, pero es una tasa significativa en sí misma”, apunta el experto.

En cualquier caso, los dos experimentos demuestran, según el estudio, que tanto si el grupo de control corresponde a solicitantes euro-descendientes como si son catalano-descendientes, el grupo de castellano-descendientes recibió discriminación por apellidos castellanos viviendo en Madrid durante el procés

No es cierto, tal y como ha indicado Ayuso en la Asamblea de Madrid, que “cuando un hombre de Fuenlabrada […] tiene que buscar un puesto de trabajo en Catalunya, uno de Madrid, lo tiene mucho más difícil por tener un apellido español, castellano”, porque da a entender que es una cuestión actual, cuando eso, de momento, no se ha investigado.

Incógnitas por resolver

El autor se pregunta, de hecho, hasta qué punto los hallazgos dependen de la residencia postal y la experiencia laboral madrileñas, pues en el análisis no calcularon la tasa de respuesta de los empleadores para solicitantes castellano-descendientes nacidos en Catalunya, y con residencia postal y experiencia laboral catalanas.

Es decir, que el estudio permite saber la discriminación de un solicitante de apellidos castellanos que vivía en Madrid entre 2016 y 2018, pero no si esa discriminación se daba también en casos de solicitantes viviendo ya en Catalunya. 

Aunque de momento no hay una publicación científica al respecto, el trabajo ya ha sido presentado en dos congresos con peer-review o revisión por pares, “uno nacional —Jornadas sobre Mecanismos Sociales y Dinámicas de Opinión, en la Universidad Complutense de Madrid— y otro internacional —V Conferencia Internacional de Sociología Experimental—, ambos este año”, añade el experto.