Que los hombres reconozcan que se masturban más que las mujeres no significa necesariamente que se masturben más
Los estudios deben interpretarse con cuidado, ya que la cultura, las creencias religiosas o la educación podrían sesgar los resultados
¿Qué se ha dicho?
Que las mujeres piensan en el acto sexual con menos frecuencia, se masturban menos que los hombres y que, antes de participar en el acto sexual con un hombre, necesitan sentirse emocionalmente atraídas por este.
¿Qué sabemos?
Si bien es cierto que según los estudios la frecuencia de masturbación en hombres es significativamente más elevada que en mujeres, estas cifras no están libres de sesgo, ya que factores como la cultura, las creencias religiosas o la educación influencian las respuestas de los participantes. Además, no es cierto que las mujeres necesiten sentirse emocionalmente atraídas por un hombre antes de mantener relaciones sexuales con él.
El director de un canal de YouTube con 115.000 suscriptores, que se presenta como terapeuta sexual, asegura que “las mujeres piensan en el acto sexual con menos frecuencia y se masturban menos que los hombres”. Además, añade que “antes de que una mujer pueda participar en un acto sexual con un hombre, esta necesita sentirse emocionalmente atraída por él”.
Una búsqueda sobre las diferencias entre la masturbación femenina y masculina en Google ofrece miles de resultados que parecen confirmar la premisa, ya que esta es una creencia popularmente muy extendida. Si bien es cierto que todos los estudios encontrados por Verificat reportan una frecuencia de masturbación significativamente más elevada en hombres que en mujeres, todos ellos se basan en encuestas y cuestionarios, es decir, que las respuestas de los participantes pueden presentar sesgos culturales y que la diferencia puede responder más a cuestiones sociales que biológicas.
Además, no hay estudios observacionales porque, tal y como explica a Verificat Juan Carlos Sierra, catedrático del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada (UGR), “en muchas ocasiones se investigan dimensiones no observables o conductas que no es ético observar”, razón por la cual los investigadores ponen “toda la confianza en los autoinformes como instrumentos de evaluación”.
Las respuestas de los participantes no están libres de sesgo
El estudio más extenso sobre sexualidad hallado por Verificat, en el que investigadores de la Universidad de Indiana (Estados Unidos) colectaron datos de 20.000 participantes anónimos entre 2009 y 2018, parece confirmar que la frecuencia reportada de masturbación es mayor en hombres que en mujeres. Sus conclusiones coinciden con los hallazgos de la literatura científica más actual: dos artículos de la UGR realizados en España y publicados en 2021 y 2022 coinciden con los mismos resultados. Además, una investigación del 2022 llevada a cabo en Estados Unidos, reportaba una mayor frecuencia de masturbación en los hombres durante la pandemia de la covid-19.
Sin embargo, las respuestas dadas en estos estudios no están libres de sesgo, ya que no es lo mismo lo que los participantes reportan y lo que hacen en realidad porque las respuestas pueden estar influenciadas por miles de factores como la vergüenza, la cultura, la educación o la religión.
Por tanto, hay que tener en cuenta que los resultados de todas estas investigaciones, se basan en métodos subjetivos como cuestionarios y encuestas, por lo que es probable que los resultados no se acaben de ajustar a la realidad. "A diferencia de otras disciplinas científicas, el estudio de la conducta humana se basa en gran medida en autoinformes, es decir, en lo que dicen las personas, ya que no hay otra forma de hacerlo", añade Sierra, quien concluye que "no podemos obviar el sesgo, pero este no invalida las investigaciones que se hacen en este ámbito […] y afirmar que estos estudios están sesgados por esta razón sería exagerado e injusto".
De hecho, algunas de estas diferencias pueden ser causadas, entre otras, por hombres que informan excesivamente y/o mujeres que informan insuficientemente de su deseo sexual, pero según un metaanálisis publicado recientemente por la Asociación Americana de Psicología (APA), incluso cuando se tienen en cuenta estos sesgos, las diferencias entre hombres y mujeres siguen siendo significativas.
La influencia de las sociedades liberales
Aunque diversas fuentes afirman que la masturbación es un acto con orígenes en la prehistoria, todavía hoy sigue siendo un tema tabú por gran parte de la sociedad. Muchas culturas y religiones han estigmatizado esta práctica sexual, que ha sido históricamente considerada una problemática y una práctica vergonzosa sobre todo para las mujeres.
El porcentaje de mujeres que reconoce masturbarse ha aumentado cada vez más, especialmente en las sociedades definidas como liberales en los estudios, en comparación con las de sociedades consideradas tradicionales, aunque no existe una cifra exacta de ese aumento. Ya en 1957, más del 60% de las mujeres americanas reportaba masturbarse, y en 2018 la cifra se elevaba hasta el 78%. Lo que no se sabe es si las mujeres ahora se masturban más, o si ya lo hacían, pero no lo reportaban.
Deseo sexual
El estudio citado anteriormente, realizado en la UGR, conjuntamente con evidencias anteriores, afirma que el deseo sexual solitario, el interés o motivación por participar en actividades sexuales de forma individual, es más elevado entre los hombres que entre las mujeres. Otros trabajos lo corroboran y añaden que la testosterona —una hormona sexual masculina secretada principalmente por los testículos, pero que también está presente en cantidades menores en el cuerpo de las mujeres— lleva a los hombres a tener más deseo sexual.
Pero el deseo sexual no puede definirse de una única forma ni únicamente teniendo en cuenta el nivel de hormonas en cada uno. "Es una experiencia muy diferente para cada persona", indica en conversación con Verificat Diana Fernández Saro, sexóloga, docente en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y miembro de la Asociación Estatal de Profesionales de la Sexología (AEPS). “A pesar de la evidencia de un impulso sexual más fuerte en los hombres, existe un gran número de mujeres que superan a los hombres en el [nivel de] deseo sexual”, añade.
En cuanto a las razones para mantener sexo con otra persona, la principal tanto para hombres como para mujeres es la atracción. Sin embargo, si es cierto que las mujeres dan más importancia al componente emocional, pero según el mismo artículo, este no es indispensable para mantener relaciones sexuales.