Que existan patentes registradas sobre modificación climática no significa que funcionen (ni que modifiquen el clima)
Que existan patentes registradas sobre modificación climática no significa que funcionen (ni que modifiquen el clima)
¿Qué se ha dicho?
Que existen numerosas patentes de “modificación climática” dedicadas a alterar eventos meteorológicos como la lluvia o los huracanes y que las autoridades niegan que pueda llevarse a cabo.
¿Qué sabemos?
La modificación de eventos meteorológicos es un campo de investigación reconocido y con proyectos en más de 50 países, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Eso no significa que todas las patentes publicadas estén registradas y, por tanto, haya garantías de que funcionen. Además, las iniciativas registradas de manipulación climática tienen un impacto local y restringido a un área muy concreta. También existen iniciativas orientadas a la manipulación del clima —llamadas geoingeniería— pero en fase de investigación.
Un pódcast con casi mil reproducciones en iVoox y presencia en otras plataformas como Spotify señala que es falso que el clima no se pueda modificar porque existen numerosas patentes de técnicas con este fin.
Es ENGAÑOSO. Sí, los registros de patentes incluyen decenas de métodos para modificar las condiciones meteorológicas, aunque lo hacen de manera puntual y localizada. Además, que exista una patente no significa que la técnica funcione ni que se lleve a cabo, sino que su propietario le ve potencial comercial. Las temperaturas globales y el clima en general actualmente no se modifican con ninguna herramienta.
“No es que haya una o dos, que es que hay muchas [patentes sobre técnicas de modificación climática con] diferentes nombres y diferentes métodos, pero al final [son sobre] lo mismo, modificar el clima, eso que te dicen que no se puede hacer”.
Desde que se descubriera en 1940 que a través del yoduro de plata se pueden formar cristales de hielo en condiciones similares a las que se dan en las nubes —lo cual puede, potencialmente, ‘acelerar la precipitación’ si se rocía sobre estas—, los científicos han estado investigando cómo alterar la manera en que el agua se transforma y se mueve dentro de una nube, con el fin de modificar determenados fenómenos meteorológicos peligrosos, como las nieblas y el granizo.
En concreto, este compuesto químico lo que hace es reducir el tamaño del granizo que se produce durante ciertas tormentas. Se utiliza en ciertos países del mundo —también España— y, según señala la web de la Cámara Agraria de la Comunidad de Madrid, no se ha encontrado evidencia de efectos adversos sobre la vida silvestre y especies acuáticas, ni acumulación de plata a niveles detectables sobre el suelo, subsuelo, arroyos y embalses existentes en áreas sembradas, tal y como ya hemos explicado en otra ocasión.
La siembra de nubes con yoduro de plata no es la única técnica de manipulación de eventos meteorológicos que existe. Tal y como indica a Verificat José Luis Camacho Ruiz, meteorólogo y delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Catalunya, existen proyectos para modificar también “la precipitación, las nieblas y el granizo”, pero estas tienen “siempre efectos muy, pero que muy limitados”. Este documento de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) publicado en 2017 explica que la modificación artificial del tiempo tiene actualmente lugar “en más de 50 países”.
Geoingeniería y mitigación climática (nuevo)
Además de la modificación de eventos meteorológicos, existen también tecnologías que pretenden modificar el clima: es la llamada geoingeniería. Universidades como la de Harvard tienen programas de investigación orientados precisamente a profundizar en este área de conocimiento, desarrollando proyectos como geoingeniería solar y las tecnologías de captura de carbono.
Estas investigaciones tienen como fin servir de mitigación climática, es decir, reducir de forma parcial algunos de los impactos del cambio climático. España cuenta en su registro de la Oficina Española de Patentes y Marcas con patentes registradas que tienen como fin precisamente mitigar el impacto del cambio climático, que van desde proyectos de generación eléctrica con renovables hasta los ya previamente mencionados de captura de gases de efecto invernadero. Esta última es una tecnología que, mediante reacciones químicas, absorbe el CO₂ antes de que este llegue a la atmósfera, y de la que ya hemos hablado anteriormente.
Las mencionadas anteriormente son las patentes registradas, que son aquellas que han sido aprobadas por la Oficina Española de Patentes y Marcas, y que cumplen una serie de requisitos que garantizan su viabilidad.
Sin embargo, no todas las patentes están registradas y, por tanto, cumplen tales requisitos, como es el caso de las que aparecen en directorios como Google Patents, en el apartado de “Dispositivos o métodos para influir en las condiciones meteorológicas” (Devices or methods for influencing weather conditions, en inglés).
En él aparecen más de 700 patentes que supuestamente permiten modificar la meteorología. Sin embargo, que aparezcan en tal directorio no es garantía de que hayan sido concedidas en la oficina de patentes de cada país, tal y como señala a Verificat Ana Cariño, consejera técnica de la Oficina Española de Patentes y Marcas.
Esto es algo en lo que también insisten los expertos consultados por USA Today —miembro de la International Fact-Checking Network, como Verificat— en una verificación similar, en la que se centran sobre todo en un rumor en Facebook de alguien que señalaba que los tornados se podían crear de forma artificial. “Solo porque alguien solicite la concesión de una patente no significa que esta funcione”, indicaba en el artículo Paul N. Janicke, profesor de Derecho de la Universidad de Houston (Estados Unidos), donde imparte cursos sobre la Ley de Propiedad Intelectual.
“Manipulación climática” por la emisión de GEI
A modo de broma, Camacho Ruiz insiste en que la forma “más contundente” de modificar artificialmente el clima —manipulación de forma generalizada y permanente de las condiciones climáticas— es “seguir inyectando gases de efecto invernadero (GEI) a la atmósfera”, una técnica que “no está patentada, pero es tremendamente efectiva” y que da como resultado el incremento del efecto invernadero y el consiguiente calentamiento global. Por supuesto, se trata de una situación ficticia que se plantea solamente a modo de explicación.
Es precisamente la inyección de esos GEI generados principalmente por la actividad humana la que ha conseguido “subir la temperatura global 1,1 ºC (en España) y continúa subiendo”, indica el experto. “Lo que quiero poner de manifiesto es que, frente a la quema de combustibles fósiles y otras actividades que colaboran en la emisión de metano u óxidos nitrosos [ejemplos de GEI], las acciones que he mencionado arriba [sobre manipulación del tiempo] son a muchísima menor escala y con muchísimo menor impacto en el clima”, concluye.