No se ha demostrado que la gente atractiva tenga un mejor sistema inmunitario
Verificamos un artículo que indica que “cuanto más atractivo eres, más protegido estás de las infecciones”.
¿Qué se ha dicho?
Que las personas atractivas físicamente tienen mejor sistema inmunitario, según un estudio
¿Qué sabemos?
El estudio ha encontrado una posible vinculación entre atractivo físico y sistema inmunitario, pero contiene serias limitaciones que impiden determinar que exista una relación directa.
Nos habéis hecho llegar un artículo publicado en decenas de webs del mundo, las cuales aseguran en líneas generales que, según el estudio, “cuanto más atractivo eres, más protegido estás de las infecciones”. Aunque es cierto que la investigación a la que hacen referencia sugiere que puede existir un vínculo entre el atractivo físico y un sistema inmune más eficiente, decir que una cosa y la otra están relacionadas de forma directa no es verificable, de momento, ya que no se ha demostrado tal relación. Los científicos han sugerido que podría haber una relación, pero los mismos autores insisten en que son necesarios más estudios que confirmen que realmente existe una relación directa. Además, la muestra que utilizan no es representativa de toda la población mundial.
Cuanto más atractivo eres, más protegido estás de las infecciones
En ocasiones, los propios investigadores envían sus conclusiones a las revistas científicas con titulares sorprendentes, como resalta un análisis del Massachusetts Institute of Technology (MIT). Esto, a veces, puede generar confusión. Es lo que ha pasado con el artículo que nos habéis enviado, publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B, y que los mismos autores han titulado como “¿Algo más que una cara bonita? La relación entre la función inmune y el atractivo facial percibido”.
El texto ha tenido muy buena acogida en infinidad de medios, con titulares que a veces se preguntaban y otras han llegado a afirmar que la ciencia ha demostrado que la gente atractiva también está más protegida frente a infecciones. En algunos casos —como el que nos habéis mandado— señalan que este grupo podría estar también más protegido contra la covid-19.
Pero las conclusiones no han sido exactamente esas. Lo que los científicos han sugerido es una posible relación entre ambos eventos, y lo que luego plantean es la posibilidad de que quizá uno influya en el otro. Es decir, que tener un mejor sistema inmunitario podría ser algo que, desde el punto de vista de otra persona, pueda ser percibible a través de lo que considera un mayor atractivo, tal como explicó una de las autoras en Twitter.
Correlación no implica causalidad
Todo esto, no obstante, son suposiciones. “El artículo me parece más una co-ocurrencia —un término que designa la ocurrencia de dos o más eventos de forma simultánea— que, como mucho, tiene cierta gracia en cuanto a la conclusión, basada en una doble coincidencia que no se aborda científicamente ni explica”, señala a Verificat Manel Juan, jefe de Servicio de Inmunología del hospital Clínic de Barcelona. A lo que se refiere el experto es a que dos variables que evolucionan del mismo modo no siempre están vinculadas entre ellas.
Otra opción que contempla Juan es que exista "una relación secundaria como la que ocurre entre los kilómetros de autopistas y la salud de la población". Ambas variables pueden tener una correlación directa, pero hay que tener en cuenta la tercera variable (la mayor o menor probabilidad de accidentes de tráfico por el límite de velocidad de las carreteras), que es la que realmente influye en el aumento o descenso de la esperanza de vida de forma global en una población.
Limitaciones del estudio
A pesar de que ya hay declaraciones de Summer Mengelkoch, autora principal del estudio, en diversos artículos de Internet, Verificat no ha conseguido respuesta ni de ella ni de su equipo cuando les hemos preguntado por la metodología empleada y las limitaciones de su estudio. Sin embargo, los propios autores señalan en el documento que el estudio necesita “investigación futura para poder replicar estos resultados” y lo argumenta en base a una serie de limitaciones.
La primera de ellas es la muestra, que no es representativa de toda la población. Los científicos tomaron datos de 159 estudiantes —80 hombres y 79 mujeres— de una media de 20 años, relativamente sanos de la Universidad Católica de Texas, que es donde además se ha llevado a cabo el estudio.
Además de que la muestra se circunscribe por tanto a una región concreta, el hecho de haber seleccionado sólo a participantes sanos limita la extrapolación de los resultados al resto del mundo. “Investigar las relaciones entre la función inmunológica y el atractivo en una población más grande y diversa, que incluye tanto a personas sanas como enfermas, es un próximo paso vital antes de que los resultados actuales puedan generalizarse a una población más amplia”, señalan en el documento.
Además, los autores no explican qué entienden los encuestados por “atractivo”. En este estudio, el atractivo físico se ha medido con un cuestionario de percepción personal a otras 492 personas para que evaluaran la belleza de los participantes.
Eso en cuanto a la muestra. Si nos vamos al análisis de la función del sistema inmune, lo que hicieron los científicos fue determinar si era más o menos eficiente según la actividad in vitro (de forma aislada, sobre placas de laboratorio) de ciertas células de los participantes. Observaron, por ejemplo, que el atractivo estaba asociado con mayores tasas de fagocitosis—un fagocito (tipo de glóbulo blanco) rodea y destruye sustancias extrañas (como bacterias)—, y que esta tenía que ver no tanto con cuántas células blancas mataban a partículas de la bacteria Escherichia coli, sino con un menor número de neutrófilos, otras células esenciales para llevar a cabo esta fagocitosis. En otras palabras, que esta especie de ‘eficiencia inmunológica’ observada en la sangre (conseguir matar más bacterias con menos ‘recursos’) podía ser percibida como atractiva.
Pero una cosa son las investigaciones in vitro, y otra muy distinta predecir que tales células van a comportarse de la misma manera en condiciones reales. En este artículo sobre si ciertos compuestos del cannabis pueden prevenir la infección por covid-19 explicamos por qué no se puede hacer inferencias de lo que ocurre in vitro en el mundo real.
El atractivo no se ha definido
Uno de los misterios aún sin resolver del todo de la ciencia es por qué hay gente que consideramos más atractiva que otra. En otras palabras, ¿qué es lo que nos hace atractivos? La respuesta no es sencilla: algunos estudios han medido el papel de la edad; otros, el de la cultura y la personalidad; y algunos incluso ciertas variables como la salud.
De momento, este estudio de la Universidad Católica de Texas es una aproximación más que nos acerca a la respuesta, en este caso observando la función del sistema inmunitario, pero los mismos autores señalan que, aunque se trata del “estudio más extenso hasta la fecha” que examina estos vínculos, “esta hipótesis no ha sido objeto de un escrutinio empírico riguroso”. Por ahora, qué nos hace atractivos a ojos de los demás sigue siendo un misterio.