Negacionismo puro y greenwashing: así circuló la desinformación climática durante la COP27
El negacionismo y el greenwashing fueron los grandes protagonistas en redes sociales
La desinformación sobre el medio ambiente no solo tiene la forma de discursos que niegan la existencia del cambio climático, la influencia del ser humano en el aumento de las temperaturas, o la utilidad de nuestras acciones para contribuir a revertirlo. En los últimos años, ha ganado protagonismo una forma de desinformación mucho más sutil, en la que empresas y entidades que emiten gran parte de los gases de efecto invernado se centran en mostrar todas las iniciativas “verdes” que llevan a cabo, obviando prácticas medioambientalmente dañinas: es el greenwashing.
Explicar el concepto en clase puede ser útil para que el alumnado pueda estar atento a este tipo de discursos engañosos cuando navega por redes sociales, pero constatar que esta práctica es común y que distorsiona nuestra percepción de cuál es la realidad climática, mediante ejemplos, aún es mejor.
La plataforma Acción Climática Contra la Desinformación (CAAD, por sus siglas en inglés) nos ha dado un ejemplo clarísimo en forma de investigación: durante la COP27, la cumbre del clima celebrada el pasado noviembre en Egipto, un pequeño grupo de entidades vinculadas al sector de los combustibles fósiles se gastó aproximadamente 4 millones de dólares en anuncios entre los cuales colaron afirmaciones falsas y engañosas sobre la crisis climática.
Hemos hablado con Jennie King, jefa de Investigación y Política para la Desinformación Climática del Instituto para el Diálogo Estratégico, una de las líderes del estudio, quien nos ha insistido mucho en la importancia de la alfabetización mediática como herramienta clave para que podamos identificar esta publicidad engañosa. El curso de Desfake, donde encontraremos una cápsula específica sobre cambio climático, y este cómic que nos hizo llegar la experta, se convierten, por tanto, en recursos especialmente útiles para combatir la desinformación, también en el ámbito climático.
King señala que, además de las clásicas narrativas retardistas que imperan en el discurso anti-climático —que asegura que el cambio climático no es tan urgente o que los científicos son unos alarmistas— han detectado, además, un auge del negacionismo puro en comparación con la COP26, esto es, mensajes que directamente niegan la existencia del cambio climático.
¿Por qué crees que ha habido un resurgir de este negacionismo puro?
Por una creciente erosión absolutamente catastrófica de la confianza en las instituciones por parte del público en general, […] también en instituciones como los centros científicos y académicos, que son los actores clave en el liderazgo de la respuesta climática. Entonces, la pérdida de la fe de las personas en dichas instituciones se convierte en un arma por parte de aquellos que se oponen a la acción climática, que dicen “sí, deberías temer a esta gente [a las autoridades científicas y políticas]. Están tratando de implementar una forma de autoritarismo bajo el pretexto del cambio climático”.
¿Qué otras narrativas os habéis encontrado?
En general, diría que los argumentos centrales son los mismos [que el cambio climático no es antropogénico, que la ciencia climática no es confiable o que las soluciones propuestas para resolver la crisis climática no son adecuadas], con marcos ligeramente diferentes para que sean lo más relevantes posible. Son cosas como "la energía eólica y solar no funcionan, son poco confiables y demasiado caras"; también la idea de que los combustibles fósiles son esenciales de alguna forma; la conspiración llamada “Gran Reinicio” (Great Reset, en inglés), que defiende [entre otros] que el cambio climático en su conjunto es simplemente una excusa para que las instituciones ejerzan el control; otra muy importante es lo que llamamos solucionismo, que es decir, por ejemplo, que "España no necesita tener objetivos de cero neto, porque el problema es realmente China [como principal emisor de gases de efecto invernadero]”. Esta narrativa va en contra de los principios del Acuerdo de París, […] que deja absolutamente claro que todos los países deben reducir su huella de carbono.
¿Por qué la COP27 es un momento clave para monitorizar desinformación?
La desinformación es muy oportunista, y a lo que me refiero es que los sospechosos habituales buscan constantemente una puerta de entrada en las noticias que les permita insertar su narrativa y que llegue a la mayor audiencia posible. En clima, uno de esos momentos claramente es la reunión de la COP.
¿Quién está detrás de la desinformación que habéis monitorizado?
Los 10 principales [anunciantes que observamos en Meta] […] eran grupos de presión vinculados a empresas de combustibles fósiles. Esos grupos tienen nombres que suenan a iniciativas comunitarias tipo Energy Citizens, por lo que, a menos que uno conozca la historia tras estas entidades, puede parecer que su fin es educar o divulgar, o crear comunidades en torno a ese tema, cuando en realidad están directamente vinculadas tanto financieramente como ideológicamente a la industria de los combustibles fósiles.
¿Por qué consideráis un problema que empresas como BP o CNPC publiquen anuncios donde tratan de forma positiva temas como las energías renovables?
Porque da una percepción completamente sesgada de quiénes son los organismos que están liderando la lucha [contra el cambio climático]. El punto es que es increíblemente engañoso, porque lo que produce en la mente de los consumidores es la idea de que estas empresas están liderando el objetivo de alcanzar el cero neto [reducir a cero las emisiones de gases de efecto invernadero antropogénicas], impulsando así los objetivos del Acuerdo de París. Pero, si uno realmente observa sus planes comerciales para los próximos 5-10-20 [años], […] aproximadamente el 95% de esas carteras se basan en mantener la economía del carbono, y solo una pequeña proporción de ellos se invierte en biomasa, o eólica y solar, u otras iniciativas ecológicas.
¿Hay algún fenómeno creciente dentro de la desinformación climática que te llame especialmente la atención?
La forma en que los movimientos de oposición [frente a iniciativas orientadas a alcanzar los Acuerdos de París] están utilizando un lenguaje progresista o el lenguaje de los activistas tradicionalmente de izquierda para luchar contra la acción climática. Un ejemplo es el que se trata de afirmar que los vehículos eléctricos son peores para el medio ambiente que los de diésel, empleando argumentos como que "los materiales que se necesitan para los vehículos eléctricos provienen de países con malos antecedentes en materia de derechos humanos y, por lo tanto, los vehículos eléctricos no son ecológicos”. Esto es verdaderamente fascinante porque están encubriendo su oposición a esta tecnología con el lenguaje de los movimientos progresistas.
¿Qué consejos darías a la gente para que detecte fácilmente la desinformación climática?
El primero tiene que ver con una cuestión más general vinculada a la alfabetización mediática y a cómo navegar por plataformas online —lectura lateral, no compartir sin haber verificado antes el origen y el contenido del mensaje—.
Sobre el segundo, más centrado en clima, te comparto un cómic que creo es fantástico [basado en este análisis publicado en en 2020 en la revista Global Sustainability] es una excelente visualización y resumen de algunos de los argumentos más sutiles y mucho más difíciles de detectar como información errónea a menos que realmente estés prestando atención. Son cosas que pueden hacernos pensar que son lógicas, que realmente están justificadas y tienen una base académica, pero que en última instancia está tratando de retrasar la acción climática. Con esto, la idea es que uno se vacune a sí mismo estudiando previamente algunas de las líneas de ataque básicas —narrativas o argumentos falsos o engañosos—- que se usan de forma habitual, para así cuando te las encuentres digas: “Oh, sí, este es un ejemplo de que aquello sobre lo que ya he leído antes, y puedo alertar a amigos y familiares sobre este mensaje y explicar por qué no está justificado”.