Los menores españoles son la mayor parte de los internados en el sistema penitenciario de Catalunya, y no los marroquíes, a diferencia de lo que dice Garriga

Ignacio Garriga, secretario general de Vox en Catalunya, ha afirmado a través de su cuenta de X (antes Twitter) que los menores de nacionalidad marroquí representan más del 80% de los reclusos en la cárcel de menores catalana. Posteriormente, en una entrevista en Radio Libertad, hizo referencia a la misma cifra, el 80%, pero hablando del total de extranjeros en las cárceles de menores catalanas.

Es ENGAÑOSO. Los marroquíes representan un 15% de los presos menores de edad en Catalunya, y el conjunto de extranjeros, un 32%. Existe un centro, el Centre Penitenciari de Joves, destinado a reos de 18 a 21 años, donde los extranjeros sí representan el 80%, pero no son menores, sino jóvenes. En general, en Catalunya, en ese grupo de edad, los extranjeros representan el 73% de los presos, aunque la criminalidad es un fenómeno multifactorial que no se relaciona directamente con la nacionalidad de los condenados.

«La cárcel de menores [de Catalunya] tiene más del 80% de reclusos marroquís»

Ignacio Garriga, Secretario General de VOX en Catalunya

Actualmente, hay 147 menores en centros educativos de internamiento en Catalunya (expedientes “en ejecución” a 10 de julio de 2024). De estos, 101 tienen nacionalidad española, mientras que los 46 restantes son extranjeros, de los cuales, 23 son marroquíes, según los datos del Departament de Justícia, Drets i Memòria consultados el mismo día que el secretario general de Vox en Catalunya dio la cifra. Por tanto, la población extranjera representa un 32% de los reclusos (y la marroquí un 15%), menos de la mitad de lo que dijo Garriga.

Desde Verificat hemos contactado con el departamento de prensa del grupo de Vox en el Parlament de Catalunya para que nos confirmaran el origen del dato, pero no hemos obtenido respuesta.

El Centre Penitenciari de Joves no es de menores

Los datos de población extranjera reclusa citados por Garriga coinciden con las cifras publicadas a 10 de julio por  Serveis Penitenciaris sobre el Centre Penitenciari de Joves, una institución destinada específicamente a jóvenes de entre 18 y 21 años, donde viven 120 extranjeros de un total de 147 internos condenados [sin incluir, por ejemplo, personas en prisión preventiva]. En el conjunto de Catalunya, dentro de ese grupo de edad, los extranjeros suponen un 73% de la población presa de entre 18 y 21 años, según cifras de junio de 2024 del Departament de Justícia, Drets i Memòria (incluyendo, esta vez, los que están en prisión preventiva). Concretamente, los marroquíes representan un 41%.

También existen datos conjuntos de justicia juvenil en Catalunya, que informan de cifras de menores y jóvenes atendidos que han cometido delitos o faltas y a los cuales los juzgados les han impuesto algún tipo de medida. En 2022, el número de españoles fue de 4.247 y el de extranjeros, de 1.660. Es decir, los menores y jóvenes españoles bajo algún tipo de medida por parte de la justicia representaron casi el 72% del total.

Los motivos de la sobrerrepresentación

Aunque en el caso de los menores las cifras de delincuencia no muestran una sobrerrepresentación de extranjeros, sí ocurre en la mayor parte de franjas de edad, como ya hemos explicado en diversas ocasiones. Sin embargo, la delincuencia es un fenómeno multifactorial que no está relacionado de manera causal con la nacionalidad, sino que responde más bien a causas socioeconómicas. Es decir, que es erróneo vincular inmigración y delincuencia como ha hecho Vox en reiteradas ocasiones y ya hemos verificado.

“El comportamiento ante el delito de los menores inmigrantes con una buena adaptación a la sociedad de acogida no difiere de la de los menores autóctonos”, cita Marta Oro-Pulido Miguel, psicóloga de la Universidad Pontificia de Comillas y administradora de centros penitenciarios, en su tesis doctoral Los jóvenes de origen inmigrante en prisión distinguida con el Premio Nacional Victoria Kent de 2019. Después de un análisis cualitativo y cuantitativo del fenómeno, la autora concluye que los jóvenes migrantes presos son un colectivo heterogéneo, con “contextos culturales, familiares y migratorios diversos”, muy difícil de analizar desde un solo prisma. Las dificultades de adaptación, por ejemplo, podrían explicar que tengan “que enfrentarse a dificultades para cubrir sus necesidades básicas, así como a sentimientos de exclusión y a conflictos culturales”. 

La autora concluye que dicha sobrerrepresentación “habla, por un lado, de una situación de desventaja de estos jóvenes a nivel social y, por otro, de la ausencia de medidas de prevención [o el fracaso de las mismas, en su caso] que hubiesen evitado su entrada en prisión”. Son conclusiones que comparten otros trabajos académicos, como este publicado en 2018 en la Revista Electrónica de Ciencia Penal y Criminología.