Los alumnos extranjeros no provocan fracaso escolar, sino que son los que más lo sufren
Los inmigrantes son los que sufren más fracaso escolar, pero no lo provocan. No hay evidencia sobre el efecto de la concentración de inmigrantes en las escuelas.
¿Qué se ha dicho
Que la inmigración provoca fracaso escolar y retraso educativo en las aulas.
¿Qué sabemos?
Los inmigrantes son los que más fracaso escolar sufren, pero eso se explica por otros factores que no tienen que ver con el origen, como las condiciones socioeconómicas. Tampoco hay evidencia concluyente sobre el efecto que la concentración de inmigrantes en las escuelas tiene en el resto de alumnos.
La alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, ha señalado que la inmigración «provoca fracaso escolar y retraso educativo» en una publicación en la red social X (antiguo Twitter) que acumula más de 80.100 visualizaciones en el momento de publicar este artículo. Es una idea muy extendida que contribuye al discurso de odio hacia los alumnos recién llegados y que los datos y estudios académicos españoles e internacionales analizados por Verificado no siempre apoyan. ¡Te lo explicamos!
“La inmigración masiva e invasiva […] provoca fracaso escolar y retraso educativo en las aulas.”
Sílvia Orriols
El fracaso escolar depende de diferentes variables y no se puede atribuir sólo a una causa, como el origen de la persona. «No hay una relación directa de causa-efecto entre la tasa de inmigración que tenga un centro y el fracaso o éxito educativo que tenga el alumnado«, según explica a Verificado Maria Jesús Ribagorçana, profesora emérita de Orientación Educativa del Departamento de Pedagogía Aplicada de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y también coinciden los diferentes expertos consultados por Verificado. De hecho, aunque las notas de los alumnos inmigrantes de las evaluaciones PISA de media son más bajas, si igualamos las condiciones socioeconómicas entre alumnos extranjeros y nativos las diferencias en las notas disminuyen, según señala un estudio de la Fundación Bofill.
Además, tampoco hay evidencia que concluya que el alumnado extranjero afecte negativamente al rendimiento del resto de alumnos de la clase. Un metaanálisis publicado en 2010 que analiza estudios de varios países sobre el impacto de la proporción de extranjeros en el rendimiento educativo constata que los efectos sobre el rendimiento son «pequeños» y que, en caso de afectar negativamente en las notas, afectan más a los alumnos del mismo grupo étnico que a los nativos. En España, dos estudios encuentran que a partir de un 15 o un 20% de concentración de alumnado extranjero en la escuela el fracaso escolar tiene más posibilidades de aumentar, lo que no quiere decir que siempre incremente. Estas investigaciones no diferencian entre inmigrantes de primera y segunda generación ni determinan si son los nativos u otros extranjeros los alumnos más afectados por el aumento del fracaso escolar. Estos datos son esenciales para realizar este tipo de estudios, según una investigación del Banco Mundial, que destaca que es habitual encontrar informes que no los tienen en cuenta.
En Cataluña, la proporción de alumnos extranjeros en primaria y secundaria en el curso 2021/22 era del 15,9% de media (18,6% en el sector público), de acuerdo con las últimas cifras del Departamento de Educación. Concretamente, en el caso de la comarca de El Ripollès, donde se encuentra Ripoll, el municipio gobernado por Sílvia Orriols, el porcentaje de alumnado extranjero en los centros de primaria y secundaria públicos es del 16,2%, un porcentaje algo inferior al del resto de Cataluña.
Los alumnos extranjeros duplican la tasa de abandono escolar
«No hay ninguna evidencia de que la inmigración provoque fracaso escolar y retraso educativo en el aula», según afirma a Verificat Jordi Bayona, investigador sobre migraciones y profesor del departamento de Geografía de la Universidad de Barcelona (UB). La inmigración, como hemos explicado varias veces, es un fenómeno «bastante complejo para buscar relaciones causales, ya que depende de otros factores, sobre todo socioeconómicos«, según señala Bayona.
Que los alumnos extranjeros tienen un mayor riesgo de fracaso escolar es una realidad. Uno de los principales indicadores de ello es dejar de estudiar después de la enseñanza obligatoria, es decir, el porcentaje de abandono escolar prematuro, que en el caso de los alumnos extranjeros (37,6%) duplica el de los alumnos con nacionalidad española (16,4%), según datos de 2018 recogidos por el proyecto europeo Reducing Early School Leaving in the EU. Es decir, «los alumnos extranjeros no son los que causan el fracaso escolar, sino los que sufren más desigualdad educativa«, según concluye Silvia Carrasco en Verificat, profesora titular de Antropología Social de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y una de las autoras del estudio sobre el abandono escolar prematuro de los extranjeros en España publicado en 2018 por el CIDOB.. Además, según avisa la profesora, el abandono escolar prematuro es uno de los indicadores «más claros de riesgo de exclusión social» en personas adultas.
Las notas están correlacionadas con el estatus socioeconómico
Esta diferencia entre nativos y extranjeros, tanto en el porcentaje de abandono escolar como en las notas de las evaluaciones PISA, no se da por el origen del alumno. La situación laboral de los padres, el nivel de estudios de las familias, el año de llegada al país, las lenguas habladas en casa y la segregación del centro educativo son algunos de los factores que más correlacionados están con el fracaso o el éxito educativo de los estudiantes. Así lo señalan en Verificado Jordi Bayona y Gerard Ferrer, profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC e investigador de la Fundación Bofill. Es decir, como explica, el porcentaje de alumnos extranjeros «no debe suponer un problema de aprendizaje» si se tiene en cuenta en «el enfoque pedagógico» del centro.
Uno de los principales argumentos que desmonta que las diferencias entre alumnos se den simplemente por el origen extranjero de unos es que si igualamos las condiciones entre alumnos extranjeros y nativos las diferencias en las puntuaciones también disminuyen. Así lo demuestra un análisis publicado en el anuario de 2020 de la Fundación Bofill: la diferencia de puntuaciones entre nativos y extranjeros descontando el índice socioeconómico del alumnado se reduce a la mitad en Cataluña.
Sin evidencia concluyente sobre el efecto en el resto de alumnos
La literatura científica sobre el impacto de los alumnos extranjeros en los resultados que obtienen los nativos es baja, como constata un estudio del Banco Mundial que analiza la situación en Países Bajos, aunque con resultados «relevantes más allá del contexto holandés». Uno de los pocos metaanálisis existentes, publicado en 2010, demostró que una mayor «proporción de minorías étnicas parece tener un efecto más fuerte en los estudiantes del mismo grupo étnico que en los estudiantes del grupo étnico mayoritario o de otros grupos minoritarios».
En el ámbito español, hay investigaciones sobre el impacto de la concentración de alumnado extranjero que concluyen que, de media la tasa de promoción escolar de los nativos no varía con la llegada de inmigrantes mientras la concentración de alumnos extranjeros sea menor del 15% o 20%. Pero, este efecto negativo cuando el porcentaje de extranjeros supera este umbral también se puede explicar por una relación espuria: las escuelas con más extranjeros también tienen más autóctonos con situación económica desfavorable, porque los que tienen más recursos acostumbran a optar por la escuela privada o concertada, según detalla Bayona en Verificat. Además, estos estudios que muestran un mayor fracaso escolar en los centros a partir de un cierto porcentaje de extranjeros no tienen en cuenta las diferencias entre el alumnado inmigrante, como explicábamos más arriba.
En Cataluña, la proporción de alumnos extranjeros en las aulas de primaria y secundaria era del 15,9% de media (18,6% en el sector público), de acuerdo con las últimas cifras publicadas por el departamento de Educación del curso 2021/22. Mientras que en la comarca de El Ripollès, la concentración de población extranjera en los centros de primaria y secundaria públicos es del 16,2%, algo menor que la media catalana. Pero, ¿esto quiere decir que el nivel del alumnado puede verse afectado? «No se puede hacer este análisis como si se tratara de un colectivo homogéneo y que actúa en bloque», señala la profesora, haciendo referencia a los alumnos extranjeros.
De entrada, hay diferencias en las notas de PISA: los inmigrantes de segunda generación (que han nacido aquí) sacan de media mejores puntuaciones que los de primera generación. Pero, entre los alumnos llegados de fuera del país también se pueden encontrar diferencias. Una investigación más amplia del Banco Mundial realizada con datos de los Países Bajos no encuentra efectos de los alumnos inmigrantes que ya llevan años viviendo en el país sobre las notas de los nativos. El estudio sólo observa que los alumnos llegados recientemente «tienen un pequeño efecto negativo en el rendimiento de los nativos en lengua», pero no en matemáticas. El «resultado clave» del artículo, según los propios investigadores, es «la importancia del proceso de integración para compensar los posibles efectos adversos de la concentración de inmigrantes en las aulas».
En este sentido, es relevante «el enfoque pedagógico que haga el centro para que la presencia de alumnado inmigrante no determine las relaciones ni el aprendizaje de todo el alumnado», señala, como por ejemplo, «prioridades de contenidos, tiempo para alcanzar los aprendizajes, dinámica en el aula, etc.».
En su afirmación, Orriols también relaciona la migración con la degradación de los servicios públicos y el aumento inseguridad, dos cuestiones que ya hemos verificado anteriormente y que son falsas: los inmigrantes ni degradan los servicios públicos ni disparan la inseguridad.