Las chinches del Garraf y el Baix Penedès no vienen de París y no conllevan ningún riesgo para la salud

Pertenecen a una especie distinta a las francesas, llamada chinche parda marmorada

El Bernat marbrejat, la xinxa asiàtica que ha aparegut a diverses localitats catalanes i que no suposa cap perill per a la salut de les persones.

Durante el último mes de octubre múltiples medios de comunicación, como Vilanova.blog, RAC1 o el9nou, se han hecho eco de la noticia referente a la aparición de chinches en diversas localidades de las comarcas del Garraf, el Baix Penedès, entre ellas Calafell, El Vendrell, Cunit y Vilanova i la Geltrú, y más recientemente en Osona. Dada la plaga de chinches de cama en París, las imágenes de las poblaciones catalanas se han relacionado en las redes con las de Francia. Sin embargo, las chinches detectadas en Catalunya no tienen nada que ver con las francesas y no presentan ningún riesgo para la salud, tal y como ha indicado a Verificat el gabinete de comunicación del Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya.

La proliferación de chinches en estas localidades, así como en otras regiones del planeta, surge en parte del mismo problema: el incremento de las temperaturas y el cambio climático. ¡Te lo explicamos!

La chinche parda marmorada, la especie asiática de las imágenes virales

Los parásitos detectados en las diversas localidades catalanas pertenecen a la familia de las chinches, pero no tienen ningún tipo de relación con las que tanto preocupan a las autoridades francesas. A pesar de tratarse del mismo tipo de insecto, ambas chinches corresponden a especies distintas y presentan mecanismos de supervivencia diferentes.

Las de París son chinches de cama y, tal y como sugiere su nombre, se caracterizan por vivir en camas, colchones, sábanas y muebles, entre otros. Se alimentan de sangre de animales, como roedores, aves de corral o humanos, generando picaduras y ronchas en la piel. En cambio, los insectos aislados en las poblaciones catalanas pertenecen a la especie Halyomorpha halys, una chinche asiática también conocida con el nombre de chinche parda marmorada, y que está catalogada como a especie exótica invasora. A diferencia de las primeras, esta chinche afecta a plantas y vegetales, principalmente a árboles frutales y ornamentales ya cultivos hortícolas y extensivos.

Es decir, que la mayor parte de las chinches detectadas en las poblaciones catalanas no pican a los humanos ni a los animales y, por tanto, no suponen un riesgo para la salud de las personas. Eso sí, desprenden un olor desagradable cuando se sienten amenazadas —reciben el apodo de chinches malolientes—, por lo que pueden representar una molestia para la población.

«De momento, las plagas de chinches de cama [las detectadas en París] no suponen una preocupación en nuestro país» , aseguró a Verificat el gabinete de comunicación del Departamento de Salud de la Generalitat de Catalunya.

Es decir que Salut descarta, por ahora, que la situación de París pueda llegar a Catalunya, aunque destaca que «las plagas de chinches» no son de declaración obligatoria, por lo que el Servicio de Vigilancia y Respuesta a Emergencias de la Agencia de Salud Pública de Catalunya no hace seguimiento habitual».

La relación con el cambio climático

Que las plagas de chinches detectadas en París no sean las mismas que los encuentros en Catalunya no quiere decir que estas últimas no supongan también un problema de salut ambiental. Su aparición en España es relativamente reciente —los primeros avistamientos se produjeron en Girona en 2016—y, hoy en día, se han detectado ejemplares hasta Andalucía. En Catalunya, ya son varios los años que la Generalitat pide colaboración ciudadana para limitar la expansión de este ejemplar, cuyos efectos pueden notarse en los cultivos de numerosas plantaciones.

Uno de los motivos de esta proliferación es en buena parte las mejores condiciones ambientales para su reproducción en nuestro territorio, además calor y humedad, debido al cambio climático, así como otros factores como una mayor resistencia a insecticidas. Además, coincide en que durante el otoño, con la bajada de temperaturas y las lluvias, estos insectos migran hacia las casas, edificios y otras construcciones buscando refugio para pasar el invierno. En el caso de las chinches de París, las razones son similares.

Durante las últimas dos décadas se ha dado un “resurgimiento global” de chinches, después de los mínimos registrados a mediados del siglo XX, según indica una revisión científica reciente sobre el tema. La proliferación de plagas de insectos como las chinches es uno de los efectos previstos derivados del cambio climático, del que la comunidad científica lleva alertando desde hace años. La razón es que un ambiente más cálido y húmedo propicia las condiciones ambientales ideales para la proliferación de estos insectos. La resistencia a insecticidas es la otra razón de esa expansión desmedida.

Distinguirlas y recogerlas

Las chinches pardas marmoradas son fáciles de distinguir por su color oscuro, las manchas de color blanquecino, el par de bandas claras que presenta en las antenas y su característica forma rectangular, tal y como indica el Ayuntamiento de Vilanova i la Geltrú en X-Twitter.

Si detectamos por casa, lo más recomendable es recogerlos periódicamente con un aspirador, para evitar plagas, y ponerlos en un bote con agua y jabón, tal y como indica el Departamento de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Generalitat de Catalunya, pero nunca liberarlos en el medio exterior. La entidad también recomienda la instalación de mosquiteras en las ventanas para evitar la entrada en las casas, pero el uso de insecticidas está desaconsejado, porque no les afecta.