Las mentiras alimentan el odio
Desmentimos los rumores que más circulan en Catalunya sobre la inmigración, uno de los colectivos más afectados
por la desinformación, y te damos argumentos para que puedas defenderte del ruido que nos confronta.
Consulta las verificaciones sobre migración.
Coordinación por Lucía Abadías López
Introducción
En Verificat, hemos recogido decenas de rumores que hablaban de inmigrantes y que han circulado por las redes sociales durante los últimos cinco años. Se pueden agrupar en cinco grandes categorías, en función del mecanismo que usan para discriminar, con generalizaciones y sin pruebas:
- Correlacionan nacionalidad y tendencia al delito
- Niegan la aportación a la economía de los extranjeros
- Estigmatizan una comunidad étnica o una nacionalidad como invasores
- Acusan de hacer mal uso de las ayudas públicas
- Sobreestiman a las personas en situación irregular
Usemos datos y explicaciones académicas de rigor para combatir este discurso de odio, aportando también contexto.
Preocupación por la inmigración
Las historias que se explican sobre la migración están polarizadas. Por un lado, algunas informaciones buscan alimentar el miedo hacia las personas extranjeras (las presentan como una amenaza). Por otro lado, hay otro tipo de narrativa que intenta despertar la compasión (muestra a los inmigrantes como personas mucho más vulnerables que los lectores). Entre las dos versiones polarizadas quedan los millones de historias heterogéneas de las vidas migrantes: las de estudiantes, médicos, exiliados, emprendedores, personas sin estudios, personas superpreparadas, personas que delinquen, profesores…
El discurso de odio contra los migrantes en Catalunya está a la orden del día en las redes sociales. En el caso de España, la Fiscalía General del Estado publicó la Memoria 2024, en la que destacó un incremento del 300 % de las diligencias de investigación preprocesal por delitos de odio en lo que respecta al año previo.
La desinformación tiene un impacto en nuestra actitud hacia los migrantes. Según un estudio de la entidad sin ánimo de lucro Fundación Iseak, «los sesgos (o percepciones erróneas) sobre la inmigración, así como los sentimientos de amenaza, se relacionan con un menor apoyo a la entrada de inmigración». Así mismo, establece que la desinformación determina las actitudes antiinmigración.
En el mundo, los discursos de odio repetidos y difundidos por líderes de opinión o representantes públicos normalizan la discriminación hacia este colectivo, según advierte un estudio académico publicado en el British Journal of Political Science.
En particular, los musulmanes son el objetivo de gran parte de estos discursos en la actualidad. A pesar de que la inmigración es el cuarto problema más importante para los catalanes, según los datos del último Barómetro del CEO, los inmigrantes centran gran parte de las narrativas falsas detectadas por Verificat en las redes sociales en los últimos años.
La preocupación de hoy no es la más elevada desde que hay registros. En 2006, el 17,72 % de los catalanes consideraron la inmigración como el principal problema, a diferencia del 8,4 % actual. Aun así, el porcentaje crece desde 2020.
Las percepciones
El 56 % de los españoles consideraba en 2019 que los inmigrantes «hacen nuestro país más fuerte», según un estudio del think tank Pew Research Center. En Catalunya, un sondeo del Instituto de Ciencias Políticas y Sociales (ICPS) comprobó que cerca del 60 % de los encuestados es favorable a la inmigración. Aun así, los rumores sobre inmigración consiguen hacerse virales. Las encuestas de percepción sobre la inmigración demuestran que la población, en general, tiene un gran desconocimiento sobre qué representan, qué hacen y qué aportan las personas extranjeras a la sociedad.
La mayoría de la población inmigrante está en situación regular
Aproximadamente, siete de cada diez nativos europeos creen que hay más inmigrantes de terceros países de los que realmente hay, según el Eurobarómetro, y muchos de ellos piensan que hay más población inmigrante en situación irregular que con los papeles en regla. En España, el 41 % de los encuestados considera que hay más inmigrantes en situación irregular que regular, ocho puntos porcentuales por encima de la media europea.Es falso. Un estudio publicado en 2011 en el European Journal of Migration and Law calcula que los migrantes sin papeles representan entre un 0,4 % y un 0,8 % del total de población, y entre un 7 % y un 13 % de la población migrante. Otro estudio de la Universidad Carlos III de 2020 presenta datos similares en España y cifra en un 11 %-13 % los inmigrantes irregulares del total de inmigrantes no comunitarios.
En general, la opinión sobre la migración es neutra
La opinión de los españoles sobre la llegada de inmigrantes no es, en general, ni positiva ni negativa, sino que predominan las opiniones neutras y que consideran que los movimientos migratorios traen tanto cosas buenas como malas.
Aun así, cuando se piensa en relaciones más personales y próximas con personas de otros países, las valoraciones son mucho más positivas.
En cuanto a la percepción de los catalanes, la Encuesta Sociopolítica de 2024 del Centro de Estudios de Opinión (CEO) pregunta si la inmigración hace de Catalunya un lugar mejor o peor para vivir. El 75,5 % de los encuestados considera que la llegada de migrantes de otros países europeos es positiva, un porcentaje que baja un 10 % respecto a los latinoamericanos (65,4 %). Uno de cada dos catalanes (53,6 %) cree que la llegada de los musulmanes hace de Catalunya un mejor lugar para vivir.
Por otra parte, según el CEO, el 53,5 % de las personas de origen no español consideran que la actitud de la sociedad catalana hacia las personas otros países es positiva o muy positiva. Por otro lado, el 13 % la ven negativa o muy negativa.
La realidad
Historia global
La migración es un fenómeno innato de la humanidad y una tendencia imparable en todo el mundo desde 1845. Desde entonces, los países que se fueron industrializando han atraído trabajadores de otros territorios del mundo. A partir de la Segunda Guerra Mundial, Europa y Estados Unidos aceleraron este proceso en el cual España entró después de la Transición. Por lo tanto, a pesar de que ha aumentado el total de población que ha migrado a España, este aumento no se puede entender sin considerar el incremento del total de la población migrante a escala global.
Los niveles relativos a la inmigración han crecido, pero se han mantenido alrededor del 3 %. Jordi Bayona, investigador del Centro de Estudios Demográficos y profesor de la Universidad de Barcelona (UB), aclara que se encuentra «en porcentajes globales bastante bajos», a pesar de que «hay consenso en hablar de una aceleración de los flujos recientes y, por lo tanto, de un crecimiento de los migrantes».
Hein de Haas, profesor de Sociología en la Universidad de Ámsterdam y director del International Migration Institute, explica en su libro How Migration Really Works que es muy probable que las cifras del pasado se queden cortas, ya que, antes, una parte de la migración no se registraba.
El cambio tiene mucho que ver con la dirección de los flujos migratorios, que ahora son hacia Europa, una población que a mediados del siglo XX emigraba, o hacia Estados Unidos. Formar parte de los territorios de acogida puede generar la sensación de que la inmigración es muy superior a las cifras de otros periodos, en los que los países receptores eran otros.
En general, el 80 % de los movimientos migratorios del mundo son internos, es decir, dentro del mismo país, según un estudio publicado en el Human Development Research Paper.
A escala global, el 61 % de los inmigrantes internacionales viven entre Asia y Europa, según los datos de Naciones Unidas. Si hablamos de refugiados, el 80 % de los refugiados viven en países próximos al suyo y el 85 % del total, en países en vías de desarrollo, según una publicación de 2018 del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
España no es solo un lugar de acogida. De hecho, hay cada vez más españoles que viven en el extranjero.
Evolución en Catalunya
Actualmente, los extranjeros representan un 17,2 % de la población catalana, la cifra más elevada que registra el Instituto de Estadística de Catalunya (Idescat) en 23 años de datos, a pesar de que continúan siendo minoría. El número de extranjeros en Catalunya ha aumentado año tras año desde principios de siglo, excepto en seis años en los que la cifra se reducía respecto a la del año anterior: 2011, 2013, 2014, 2015, 2016 y 2020 (coincidiendo con la crisis económica de 2009 y la pandemia de la covid-19).
2022 ha sido el año en el que más extranjeros se han trasladado a vivir a Catalunya de las últimas dos décadas: 246.869. Sin embargo, la llegada de extranjeros no ha sido uniforme: entre 2007 y 2013 se redujo el número de personas que inmigraba a Catalunya y, después, hasta 2020, las llegadas volvieron a aumentar.
En Catalunya, la población extranjera empezó a tener presencia estadística a partir de los años 90. La mayoría de los extranjeros que llegaron en 2022 (49 %) venían del continente americano. El 15 % procedía de países europeos extracomunitarios y el 13 % del continente africano.
Las nacionalidades extranjeras más frecuentes en Catalunya son la marroquí, la rumana, la italiana y la china.
Teoría del gran reemplazo
Este aumento de la población extranjera ha dado alas a los discursos antiinmigración que hablan de una invasión de Occidente. Es la conocida como teoría de la conspiración del gran reemplazo, según la cual los inmigrantes sustituirán a la población europea que, en muchas de estas hipótesis, está dirigida por una élite política con el objetivo de tener una población «más dócil» a la que controlar. Algunos políticos y usuarios de las redes se refieren a ella a menudo sin fundamentos, como ya hemos verificado.
Uno de los argumentos en los que se basa esta teoría es el hecho de que la tasa de fecundidad de los inmigrantes es mayor que la de los autóctonos. Que la población migrante sea más fértil en los años posteriores a su llegada, sin embargo, no implica que haya una sustitución. Estos son tres de los argumentos que detalló en un artículo de Verificat el subdirector del Centro de Estudios Demográficos, Andreu Domingo, y que desmontan esta teoría de la conspiración:
- Aspirar al crecimiento demográfico de hace un siglo es algo irreal. Esto se explica porque hay un momento en la historia en el que los países alcanzan un cierto grado de desarrollo social y económico y dejan de crecer tanto.
- Con el tiempo, las nacionalidades se mezclan y no tiene sentido fijarse en los nacimientos según el origen de sus progenitores.
- Si la tasa de fecundidad de los autóctonos es baja, la de los migrantes también tenderá a serlo con el tiempo (también llega a esta conclusión un estudio académico publicado en la revista Population and Development Review).
Este aumento de la población migrante en sociedades occidentales se presenta como un «problema» demográfico –sobre todo, en el caso de los creyentes en el islam– «en la medida en que los musulmanes no son considerados ni contados como europeos», según constata un estudio publicado en The British Journal of Sociology, que analiza discursos en varios idiomas europeos provenientes de políticos, periodistas, académicos, jueces o profesores, entre otros, de un amplio abanico político.
Además, hemos desmentido que la mayoría de los nacimientos en Catalunya sean de progenitores musulmanes, una desinformación frecuente tanto en Catalunya y España como en otros países europeos como Bélgica o Alemania. Aunque no hay datos de nacimientos según la religión, si hacemos un cálculo aproximado de los bebés en función de la nacionalidad de los progenitores de aquellos países donde el islam es la religión mayoritaria, como Marruecos, Senegal, Malí, Argelia, Gambia, Pakistán y Bangladesh, estos representaron en torno a un 12,93 % del total de nacimientos en Catalunya en 2023.
En cualquier caso, la llegada de inmigrantes no tiene nada que ver con una supuesta invasión. Esta teoría se ha utilizado para perpetrar ataques terroristas supremacistas, como el ocurrido en Nueva Zelanda en 2019 contra dos mezquitas. En este caso, 52 personas fueron asesinadas después de la publicación de un manifiesto en el que el asesino decía que lo hacía para «mostrar a los invasores que nuestras tierras nunca serán las suyas».
Contribución demográfica
Uno de los principales argumentos en favor de la migración asegura que recibir población en edad laboral es necesario para compensar el envejecimiento poblacional. Aunque es cierto que la mayoría de los inmigrantes están en edad de trabajar, un estudio de la División de Población de Naciones Unidas de 2000 ya mostró, con cifras, que se necesitaba una cantidad de inmigrantes muy elevada y poco realista para mejorar los problemas de envejecimiento, dado que los inmigrantes en edad de trabajar tienen los mismos derechos que cualquier otro trabajador. En cualquier caso, los niveles de inmigración no son tan masivos como para resolver la reducción de la ratio entre la población que está en edad de trabajar y la que no.
Por otra parte, también ocurre que la tasa de fecundidad de los migrantes, aunque estadísticamente sea mayor cuando llegan, se equipara a la de los autóctonos con el tiempo, como concluye un estudio académico publicado en la revista Population and Development Review. Esto no debe hacernos pensar que tienen unas ratios de fecundidad en su origen muy superiores a los españoles. Según datos del Banco Mundial, la tasa de fecundidad en España es de 1,2 hijos por mujer. En Marruecos, de 2,3; en China, de 1,2; en Rumanía, de 1,8; y en Italia, otro gran estado de origen de los inmigrantes catalanes, de 1,2 hijos, aunque se aprecia globalmente una tendencia a la baja. Aunque la inmigración no hará desaparecer los problemas demográficos, sí se puede concluir que tiene un efecto «rejuvenecedor» a corto plazo, por lo que incrementa el tiempo disponible para enfrentarse a los retos de desequilibrio intergeneracional, explica un estudio del Real Instituto Elcano.