La variante ómicron no está causada por ondas milimétricas
La mutación del virus ha sido secuenciada y aislada, y nada indica que las ondas milimétricas provoquen los síntomas de la covid-19
¿Qué se ha dicho?
Un mensaje viral que circula por WhatsApp asegura que la variante ómicron del SARS-CoV-2 es en realidad una irradiación de onda milimétrica.
¿Qué sabemos?
La variante ómicron es una variante del virus del SARS-CoV-2 secuenciada y aislada, no una onda milimétrica, y no hay pruebas que la radiación genere ninguno de los síntomas de la covid-19.
Nos habéis hecho llegar un mensaje de WhatsApp que ha sido reenviado muchas veces en el cual se asegura que la variante ómicron es, en realidad, “una onda milimétrica”, y que las infecciones se producen por la noche cuando los valores de radiación “suben hasta 15 veces más que el límite legal”. Es FALSO. La variante ómicron es una mutación del virus secuenciada y aislada, no una “onda milimétrica”, y no hay pruebas de que los valores de radiación de los que habla el autor del texto, aumenten durante la noche.
“OMICRON ya dije hace semanas que no es una variante, sino una irradiación, una onda milimétrica […] Viene de noche porque al medir la radiación, se han dado cuenta de que por la noche los valores suben hasta 15 veces más que el límite legal. La hora es entre las 2 y las 4 am.”
El mensaje viral, al que WhatsApp ha puesto la etiqueta de “reenviado muchas veces”, asegura que la variante ómicron del SARS-CoV-2, el virus que causa la enfermedad de la covid-19, no es un virus como tal, sino que se trata de una “irradiación de una onda milimétrica”. Sin embargo, los centros de investigación y los organismos públicos han demostrado en reiteradas ocasiones que el SARS-CoV-2 es un virus.
Una forma fue aislándolo y purificándolo, es decir, sacando una muestra viral de un ser vivo infectado, para posteriormente reproducirla en grandes cantidades en un laboratorio, lo que permite estudiar su estructura, debilidades, y fortalezas. Gracias a esta reproducción a gran escala, también se han podido desarollar las actuales vacunas contra la covid y tratamientos para poder combatirlo.
Igual que se hizo con la cepa original del SARS-CoV-2 en su día, la variante ómicron también ha sido aislada con éxito, en este caso por un grupo de investigación en India.
La secuenciación de ómicron, clave
El aislamiento no es la única manera que se ha empleado para estudiar el virus (y que confirma que no se trata de una onda milimétrica). También la secuenciación, un método que, tal y como indica a Verificat el gabinete de prensa del Ministerio de Sanidad mediante un correo electrónico, “aporta mucha información sobre sus características”.
La idea es conocer letra por letra el ARN del virus en cuestión —el código genético que define a cada virus— para así poder detectar cambios (o mutaciones) que puedan dar lugar a nuevas variantes —algo que se ha llevado a cabo repetidamente con ómicron— y evaluar su posible resistencia a tratamientos o vacunas.
La variante aparecida a finales de 2021 es justamente un ejemplo de detección precoz mediante la secuenciación genómica: Sudáfrica identificó mutaciones importantes en la proteína Spike de una de las muestras analizadas en el país y dio el aviso de su potencial infectivo. Las tasas de secuenciación genómica a nivel global se dispararon marcando récords absolutos para tratar de controlar la propagación de la variante.
El Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) considera la vigilancia genómica mediante la secuenciación como una herramienta “esencial para detectar, monitorear y evaluar nuevas variantes”, y el Ministerio de Sanidad pide que los laboratorios secuencien como mínimo el 5% de las muestras positivas en momentos de incidencia muy elevada, y que lleguen al 100% cuando ésta sea muy baja.
¿Qué son las ondas milimétricas?
Las ondas milimétricas son ondas de radio que vibran muy rápido, con una frecuencia de entre 30 y 300 Gigahercios (GHz), aunque “pueden ser también algo inferiores a este valor” en el argot técnico, explica a Verificat Ramon Agustí, catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación de Barcelona (ETSETB – UPC). El experto indica que por el momento se utilizan para “la radioastronomía y el radar de corto alcance y, en un futuro próximo, el 5G”, la nueva tecnología de telefonía móvil, que usará frecuencias alrededor de los 26 GHz.
El mensaje que nos habéis hecho llegar incluye un mapa con las zonas del mundo cubiertas por la cobertura 5G, apuntando indirectamente a esta tecnología como la causante de las ondas milimétricas que causarían la variante ómicron. Sin embargo, el 5G español no usa todavía la frecuencia de los 26 GHz, cuya subasta está prevista para el segundo semestre de 2022, sino que solamente opera en las bandas de 0,7 y 3,5 GHz. Es decir, la tecnología 5G española no opera con ondas milimétricas por ahora.
Lluís Pradell, ingeniero del grupo de investigación de Sistemas, dispositivos y materiales de radiofrecuencia y microondas de la UPC tampoco encuentra sentido al hecho que se registren máximos de radiación entre las 2 y las 4 de la mañana, como asegura el mensaje: “no hay picos de radiación por la noche”, indica. La única explicación que se le ocurre a Félix Pérez, catedrático de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación de la UPM, es la de alguna medición puntual, ya sea “porque falle el medidor (o no se sepa usarlo), o porque se esté haciendo alguna prueba de transmisión a máxima capacidad”.
Tampoco hay ninguna prueba de que esta radiación cause alguno de los síntomas de la variante ómicron (fundamentalmente tos, fiebre y fatiga). “Las ondas electromagnéticas pueden producir calentamiento local de los tejidos si son muy potentes, que nunca es el caso”, explica Pradell, algo con lo que coincide Agustí “si te mantienes por debajo del límite [10 vatios por metro cuadrado] no ha de haber ningún problema para la salud”. En cualquier caso, los tres expertos coinciden en asegurar que la cantidad de radiación milimétrica que podría atravesar las paredes de una casa sería mínima, “en términos prácticos y para el tema que nos ocupa, se puede decir que no atraviesan las paredes”, resume Pérez.
Desinformaciones recurrentes
No es la primera vez que la desinformación sobre la pandemia gira en torno a la naturaleza del virus. En Verificat ya hemos desmentido que sea el grafeno el que provoque la enfermedad y hemos explicado que la covid-19 sí apareció por primera vez en 2019.
La tecnología del 5G ha sido otro de los temas de desinformación recurrentes sobre la pandemia. En su día ya desmentimos algunos mensajes que aseguraban la presencia de nanosensores controlables por dicha tecnología en el interior de las vacunas de la covid-19, y otras plataformas de fact-checking han rebatido su vinculación con el SARS-CoV-2.