La UE no ha pedido que la población deje de desayunar como medida para preservar el medio ambiente

Circula un tuit que señala que es una medida impuesta por la Comisión Europea para preservar el medio ambiente, pero es falso


¿Qué se ha dicho?

Que la UE ha pedido a la población que descarte el desayuno para preservar el medio ambiente.

¿Qué sabemos?

Es falso. No hay evidencias de que ni la Comisión, ni su presidenta, ni ningún otro organismo de la UE haya pedido a la población tal cosa.

Está circulando por redes un tuit compartido más de 4.400 veces que señala que la Unión Europea ha pedido a la población que “descarte el desayuno para preservar el medio ambiente”, con un entrecomillado que reza “El desayuno NO es necesario”, y que va acompañado de una imagen de la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen. 

Es FALSO. No hay evidencias de que ni la Comisión, ni su presidenta, ni ningún otro organismo de la UE haya pedido a la población europea que evite el desayuno para preservar el medio ambiente. El departamento de prensa de la CE también ha negado a Verificat que el órgano ejecutivo de la UE haya hecho tales declaraciones. “La Comisión está a favor de promover un estilo de vida saludable, con dietas equilibradas y ejercicio, elementos esenciales para prevenir enfermedades”, indica Yannis Virvilis, jefe de prensa en la Representación de la Comisión en España, quien también ha desmentido el bulo en un tuit

La UE pide a la población que descarte el desayuno para preservar el medio ambiente

La cuenta de Twitter que se ha hecho eco de esta supuesta noticia sin aportar ninguna prueba es El Puntual 24H, orientada principalmente a difundir rumores falsos que Verificat ya ha desmontado con anterioridad, pero una búsqueda en el archivo de la Comisión Europea tanto en inglés como en español no arroja ni un solo resultado en el que se hable de la necesidad de aplicar esta medida. 

Tampoco una búsqueda en Twitter (español e inglés) con los términos “Unión Europea” y “desayuno”, así como de “UE” y “desayuno”, y “Ursula von de Leyen” y “desayuno” arroja resultados con artículos, declaraciones o tuits que señalen que en algún momento los organismos europeos se hayan pronunciado sobre esta cuestión. De hecho, buena parte de los resultados son citas o comentarios vinculados al tuit origen del rumor, anteriormente mencionado

La publicación del tuit ha aparecido pocos días después de la de un artículo del Wall Street Journal, titulado “Para ahorrar dinero, tal vez deberías saltarte el desayuno” (originalmente publicada en inglés). El artículo analiza el aumento del precio de los productos de alimentación frecuentes en el desayuno, pero no menciona ni a la Unión Europea, ni a Ursula von der Leyen y ni siquiera propone dejar de desayunar, aunque el titular da una imagen engañosa del contenido del que habla, razón por la cual ha recibido numerosas críticas en Twitter —el artículo no está en abierto, y sin una suscripción no es posible conocer el contenido del mismo—.

Alimentación y desinformación

El debate sobre cómo impacta la dieta en la cantidad total de emisiones de gases de efecto invernadero está presente en el seno de la Unión Europea, aunque esto no significa que sus organismos se hayan pronunciado a favor de suprimir comidas o de obligar a la ciudadanía a consumir ciertos alimentos. En ese sentido, hace unas semanas desmentimos que los europeos vayan a estar obligados a comer insectos como medida para mitigar el cambio climático.

La alimentación está cada vez más presente en los círculos que se dedican a desinformar sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y la Agenda 2030 a raíz de los debates que ponen sobre la mesa el hecho de que algunos productos consumidos con frecuencia, como la carne o los lácteos, tienen un impacto importante en la emisión de gases con efecto invernadero. 

Por eso, las Naciones Unidas recomiendan “cambiar los sistemas alimentarios hacia dietas ricas en plantas, con más proteínas vegetales —como frijoles, garbanzos, lentejas, nueces y granos—, una cantidad reducida de alimentos de origen animal —carne y lácteos— y menos grasas saturadas —mantequilla, leche, queso, carne, aceite de coco y aceite de palma—”, lo cual puede conducir a “una reducción significativa de las emisiones de gases de efecto invernadero”. Esa recomendación, sin embargo, está lejos de ser una obligación.

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