La red de verificadores europeos EFCSN condena las declaraciones de Zuckerberg que vinculan el ‘fact-checking’ con la censura
Meta ha anunciado el final de su programa independiente de comprobación de hechos en Estados Unido
Meta ha anunciado el final de su programa independiente de comprobación de hechos en Estados Unido
Este texto es una republicación del comunicado de la European Fact-Checking Standards Network (EFCSN), que puedes leer en inglés, aquí.
La European Fact-Checking Standards Network (EFCSN), de la que Verificat es firmante, está decepcionada con la decisión de Meta de finalizar su programa de verificación independiente en Estados Unidos y condena enérgicamente las declaraciones de su CEO que vinculan el fact-checking con la censura. “Esto parece más una medida motivada políticamente en el contexto de la presidencia de Donald Trump en EE.UU. que una decisión basada en la evidencia de que el programa no funcione”, dice Clara Jiménez Cruz, presidenta de la EFCSN. La EFCSN reclama que la Unión Europea se mantenga firme frente a las presiones políticas y no abandone sus esfuerzos contra la difusión de desinformación en las grandes plataformas digitales.
La verificación de hechos no es censura. Lejos de eso, el fact-checking añade información a los debates públicos, proporcionando contexto y datos para que cada ciudadano pueda tomar sus propias decisiones y formar su opinión. Se ha demostrado una y otra vez que el fact-checking es eficaz para contrarrestar la información errónea. Equiparar la verificación de datos con la censura es una afirmación falsa y maliciosa. Los verificadores de hechos no «censuran» a nadie. Nuestros miembros investigan y publican la evidencia de afirmaciones potencialmente falsas. Siempre ha sido decisión de Meta qué hacer con el contenido verificado, no nuestra.
«La decisión parece una medida motivada políticamente en el contexto de la presidencia de Donald Trump en EE.UU y no basada en evidencia»
Clara Jiménez, presidenta de EFCSN
La EFCSN discrepa de la caracterización de los fact-checkers y periodistas hecha por el CEO de Meta, Mark Zuckerberg, en su comunicado. En la justificación para poner fin al programa, Zuckerberg afirma: «Los verificadores de hechos han sido demasiado tendenciosos políticamente y han destruido más confianza de la que han creado». Esto es claramente falso. Los fact-checkers se rigen por las normas periodísticas más estrictas de información imparcial, transparencia, integridad y responsabilidad, y organizaciones como la EFCSN las defienden mediante auditorías independientes. Vincular la verificación de hechos con la censura es especialmente perjudicial, ya que dichas afirmaciones son ya una de las fuerzas motrices del acoso y los ataques que sufren los fact-checkers. Profundizar en estas afirmaciones sólo puede exacerbar un problema ya grave que afecta a los verificadores en todo el mundo.
Con varios países europeos celebrando elecciones en 2025, las plataformas que se retractan de la lucha contra la información errónea y la desinformación permiten e incluso invitan a la injerencia en sus procesos electorales, especialmente por parte de actores extranjeros. La UE, en particular, debe mantenerse firme en la aplicación de sus propias leyes, incluso frente a la presión de otros países.
Lo que dicen los hechos (y Meta) del impacto del programa de verificación de datos de terceros
En su anuncio, Meta también equiparaba el sistema de etiquetado de desinformación verificada con la censura, asegurando que «un programa destinado a informar se ha convertido con demasiada frecuencia en una herramienta para censurar». En realidad, es lo opuesto al funcionamiento del sistema de etiquetado. Las etiquetas en la desinformación permiten a los usuarios tomar decisiones informadas por sí mismos sobre los contenidos con los que interactúan y comparten. De hecho, en 2024, en vísperas de las elecciones al Parlamento Europeo, Meta destacó la eficacia de su sistema de etiquetado, indicando: «Entre julio y diciembre de 2023, por ejemplo, más de 68 millones de contenidos vistos en la UE en Facebook e Instagram tenían etiquetas de verificación de datos. Cuando se coloca una etiqueta de hechos verificados en una publicación, el 95% de las personas no hacen clic para verlo».
El informe de transparencia más reciente de Meta muestra que el contenido verificado degradado por error solamente afectó al 3,15% del total de quejas en Facebook
Meta también celebraba que el programa de verificación de datos de terceros era exitoso y beneficioso para los usuarios, declarando que «sabemos que este programa está funcionando y que la gente encuentra valor en las pantallas de aviso que aplicamos a los contenidos después de que una entidad de verificación de hechos los califique». En el último comunicado de prensa, el CEO de Meta alude a «demasiados errores y demasiada censura»; pero el propio informe de transparencia más reciente de Meta muestra que el contenido verificado degradado por error solamente afectó al 3,15% del total de quejas de degradación en Facebook.
El modelo de notas de la comunidad propuesto como alternativa al programa de verificación independiente también tiene puntos débiles. Las notas de la comunidad pueden ser más eficaces para contrarrestar afirmaciones falsas cuando cuentan con la ayuda de trabajo periodístico y metodológico. En el contexto de las elecciones estadounidenses de 2024, Poynter descubrió que las notas de la comunidad de X (antes Twitter) tuvieron, en el mejor de los casos, un efecto extremadamente marginal en la lucha contra la desinformación electoral. En otra investigación, la organización Science Feedback, miembro de EFCSN, reveló que la mayoría de los contenidos de X que los verificadores de datos consideraron falso o engañoso no tenían signos visibles de haber sido moderados.