La ley no permite a los farmacéuticos suministrar medicamentos dados por particulares

Para que un fármaco se pueda distribuir hay que garantizar su seguridad, utilidad y trazabilidad

Para que un fármaco se pueda distribuir hay que garantizar su seguridad, utilidad y trazabilidad

Captura de pantalla de un vídeo que asegura que se están destruyendo los medicamentos donados a Valencia.
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¿Qué se ha dicho?

Que los medicamentos que la gente ha dado para ayudar a las familias afectadas por la DANA se destruyen y no llegan a sus posibles destinatarios.

¿Qué sabemos?

Que la distribución de fármacos por parte de particulares está prohibida por ley. Los farmacéuticos y las farmacias son las únicas personas autorizadas a la dispensación de medicamentos.

Corren videos en redes en los que los autores denuncian que la Administración Pública está obligando a los profesionales sanitarios a destruir los medicamentos que la población ha dado en València después del impacto de la DANA el martes 29 de octubre, que dejó 216 muertos en la provincia, según el último recuento oficial.

Pero en realidad la distribución —y, por lo tanto, la donación— de fármacos por parte de particulares no está permitida, tal como refleja la Ley 29/2006 del 26 de julio, de garantías y uso racional de los medicamentos y productos sanitarios. De hecho, en el artículo 101, lo considera una infracción grave. ¡Te lo explicamos!

«La Administración Pública está echando a la basura medicamentos de urgencia para la población valenciana»

La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) advirtió el pasado 6 de noviembre en un comunicado que “en ningún caso se tienen que entregar medicamentos que procedan de particulares”. La Agencia apunta que “para evitar riesgos para la salud de los pacientes, los medicamentos dados tienen que tener las mismas garantías, seguridad y eficacia que los comercializados en condiciones normales” y que, por lo tanto, “los que se reciben sin cumplir con garantías de trazabilidad y seguridad tienen que destruirse”.

El AEMPS cita un comunicado del 4 de noviembre de la consellería de Sanidad de la Generalitat Valenciana, donde ya pedía a la ciudadanía que no diera medicamentos, replicando un mensaje que ya había enviado el primer día del mes. La Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) también lo explicó en redes sociales el 2 de noviembre.

La petición que los particulares no den fármacos y la necesidad de destruir los que llegan de este modo no es nueva. Los criterios de la donación de medicamentos vienen marcados desde el 1996 por las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la última versión de las cuales fecha del 2011. Además, la Ley 29/2006 que regula los medicamentos explicita que las farmacias de calle y las hospitalarias son las únicas autorizadas para custodiar, conservar y distribuir los fármacos (artículo 1.6).

Durante las primeras etapas de la guerra entre Ucrania y Rusia, instituciones como la SEFH y la AEMPS hicieron comunicados similares a los del contexto de la DANA.

Seguridad y trazabilidad

Las oficinas de farmacia y las farmacias de los hospitales tienen un control de la temperatura, humedad, control de entrada y salida, así como de toda la trazabilidad de un medicamento. Los productos sanitarios se pueden ver afectados por las condiciones climatológicas adversas o, incluso, por la pérdida de la estabilidad de las condiciones de almacenamiento. Por eso es común que algunos lotes se retiren del mercado de forma preventiva. Las donaciones por parte de particulares no permiten conocer estos detalles y, por lo tanto, se consideran inseguras.

Con la trazabilidad pasa algo similar. “Es fundamental que cada medicamento se pueda rastrear desde su fabricación hasta su entrega para evitar errores o reacciones adversas, algo imposible con las donaciones directas”, explica la SEFH a X (antes Twitter).

Otra razón por la cual los medicamentos solo se pueden dispensar en oficinas de farmacia donde hay un farmacéutico responsable es para evitar posibles errores de medicación, tal como explican las guías de la OMS. Estos errores de medicación pueden ser desde leves hasta muy graves si se da a una persona una medicación equivocada, a la que es alérgica o que no puede tomar para tener alguna enfermedad que desaconseje el uso.

Por último, las donaciones de particulares no se hacen siguiendo necesidades reales y, por lo tanto, pueden llevar al derroche de fármacos, como también explican AEMPS y SEFH.

Situaciones excepcionales

La donación de medicamentos es posible en situaciones excepcionales siempre que se haga bajo unos controles exhaustivos, y por parte de instituciones regularizadas como pueden ser la AEMPS o sociedades como la Cruz Roja, en jornadas de donación de medicamentos en que la seguridad y trazabilidad de los fármacos queda garantizada. En el contexto valenciano, la Generalitat ha asegurado que “el suministro de medicamentos está garantizado. En el caso de la guerra de Ucrania, la OMS especificó una lista de criterios entre los cuales exigía que todas las donaciones correspondieran a necesidades explicitadas por el ministerio ucraniano y que los donantes estuvieran autorizados para comercializar fármacos, entre otros.