Las predicciones sobre el clima no se han equivocado, al contrario de lo que señala Esperanza Aguirre

Las afirmaciones de Esperanza Aguirre sobre el clima son engañosas


¿Qué se ha dicho?

Que las predicciones para las últimas décadas sobre el clima no se han cumplido.

¿Qué sabemos?

Que las predicciones no son perfectas y en ocasiones los resultados que arrojan no son precisos al 100%, pero han sido capaces de prever con bastante precisión desde que comenzaran a desarrollarse, allá por los años 70, que la Tierra se calentaría progresivamente como consecuencia del cambio climático.

La expresidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, quien actualmente es colaboradora del programa de Cuatro Todo es mentira, ha señalado durante la emisión del 1 de julio que las "predicciones catastrofistas sobre el clima no han hecho más que equivocarse", y que "ni una sola de las […] que se han hecho" se ha cumplido. Su afirmación es ENGAÑOSA. Las predicciones de los modelos climáticos no son perfectas, pero incluso las primeras, publicadas en la década de 1970, fueron capaces de vaticinar qué iba a ocurrir en las décadas posteriores. 

Diversas reevaluaciones sobre modelos climáticos, incluídas las que hace el Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas, la entidad científica líder en la evaluación del cambio climático, han llegado a la conclusión de que los modelos climáticos diseñados para saber cómo iba a influir la emisión de gases de efecto invernadero procedentes de la actividad humana en el planeta, acertaron al señalar que, efectivamente, las temperaturas iban a aumentar en las décadas posteriores. 

Estas predicciones catastrofistas sobre el clima no han hecho más que equivocarse. No se ha cumplido nada, ni una sola de las predicciones que han hecho: ni para el año 2000, ni para el 2002, ni para el 2010. Nada se ha cumplido.

Las predicciones de las que habla Aguirre son el resultado de una serie de trabajos que en ciencia se conocen como modelos climáticos, análisis basados en complejas ecuaciones físico-matemáticas que lo que intentan es simular cómo funciona el sistema climático en su conjunto teniendo en cuenta diferentes aspectos y variables. “Los modelos climáticos realizan proyecciones en función de unos escenarios sobre cómo pueden evolucionar las emisiones de gases de efecto invernadero. Nunca se da una predicción única, sino que se plantea cómo puede evolucionar el clima bajo determinados supuestos”, explica a Verificat Javier Sigró, geógrafo e investigador del Centro de Cambio Climático (C3) de la Universidad Rovira i Virgili (Tarragona), quien pone como ejemplo de esos supuestos escenarios en los que “dejamos de emitir CO2, si adoptamos medidas de control de emisiones determinadas, o no, etc”. 

Por ejemplo, en el Quinto Informe de Evaluación del IPCC, publicado en 2014, los autores consideraron más de 1.200 escenarios diferentes. En otro más reciente (2018) sobre lo que puede pasar con un calentamiento de 1,5ºC o 2ºC, los expertos plantearon alrededor de 400 escenarios distintos. Eso significa que las predicciones sobre el clima no son únicas, sino que los resultados muestran un abanico de posibilidades en función de si se tienen en cuenta ciertos elementos u otros.

El clima, además, depende de infinidad de variables y, tal y como indica el IPCC en este informe relativamente reciente sobre modelos climáticos, tener en cuenta más detalles de cada una de ellas también incrementa la posibilidad de error de estos modelos climáticos. “Ningún modelo puede hacer predicciones completamente perfectas”, señalan los autores en uno de los materiales suplementarios de este estudio sobre desinformación climática, que analiza narrativas como la de la expolítica. La utilidad de estos modelos radica en que permiten dibujar escenarios realistas con los que poder tomar decisiones y anticiparnos a los eventos futuros. 

Pese a todo, la comunidad científica insiste en las revisiones sobre los modelos climáticos que las predicciones, sin ser totalmente exactas, han dibujado situaciones plausibles: “Se ha demostrado recientemente que estas proyecciones de temperatura de la superficie global son ampliamente consistentes con los cambios de temperatura global observados desde 1990”, indican los climatólogos Ronald J. Stouffer y Syukuro Manabe en un comentario publicado en Nature Climate Change en 2017. Manabe fue además premio Nobel de Física en 2021 precisamente por sus importantes contribuciones a la modelización climática.

“Las tendencias al calentamiento, todos los modelos lo han visto bien. En los años 70, 80, 90, si tú ponías un modelo climático a funcionar diciéndole que iba a aumentar el CO2, el modelo te respondía con un aumento de la temperatura, que es más o menos lo que ha pasado”, indica a Verificat Juan Jesús González Alemán, físico y meteorólogo de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), y experto en modelización climática, quien reconoce que, aunque “es verdad que hay variabilidad de año a año”, con lo que “hay que quedarse es con las tendencias a largo plazo”.

Y la tendencia es que esos modelos son cada vez más precisos, al igual que ha ocurrido con los meteorológicos: “Cada vez hay mejores modelos, mejores ordenadores para simular esos modelos, y han ido mejorando”, añade el físico.

Modelos que desde los 70 llevan avisándonos

En un artículo publicado en Nature en 1973 —uno de los primeros trabajos de modelización climática—, su autor, John Sawyer, estimó que entre 1969 y 2000, la temperatura media global ascendería 0,6ºC, y que el CO2 atmosférico se incrementaría en un 25%. El calentamiento observado después durante ese período fue de entre 0,51 °C y 0,56 °C.

Es algo que también comenta el autor de este artículo de análisis en Science de carácter divulgativo, en el que destacan un estudio publicado en 2019 en la revista Geophysical Research Letters cuyos autores llegaban a la conclusión de que “la mayoría de los modelos [analizados] predijeron de forma precisa las temperaturas globales en superficie recientes, que han aumentado aproximadamente 0.9ºC desde 1970”. 

Sin embargo, sí que sobreestimó las concentraciones atmosféricas de CO2 para el año 2000, asumiendo que serían de 375-400 partes por millón (ppm), en comparación con el valor real, que fue de 370 ppm.

Con los fenómenos meteorológicos extremos, los modelos también han acertado. “A principios de los 2000 ya se estaba diciendo que [las olas de calor] iban a ser más frecuentes, intensas y duraderas, y es lo que está pasando”, indica González Alemán. “Incluso en los 90 también había bastantes trabajos sobre las olas de calor cuyas predicciones se están cumpliendo”, añade. 

Hay que recordar que, tanto para cuestiones medioambientales como de otro tipo, no todas las opiniones valen. Esperanza Aguirre es una política retirada del Partido Popular (PP) que cuenta con una dilatada trayectoria en diversos puestos e instituciones, entre los que destaca la presidencia de la Comunidad de Madrid (2003-2012), y el puesto como ministra de Educación y Cultura durante el primer Gobierno de José María Aznar (1996-1999). Sin embargo, no tiene formación en climatología, y durante su intervención en el programa de Cuatro no hizo referencia a ningún estudio, prueba, o investigación que apoyase su postura.