Es falso que la miocarditis sea mortal en el 56% de los casos
Un cartel en Telegram alerta de una supuesta elevada letalidad de la miocarditis, pero es un porcentaje falso
¿Qué se ha dicho?
Según un cartel que circula por redes sociales, uno de los riesgos asociados a la vacuna es la miocarditis que, por sí sola, es una afección que es “fatal en el 56% de los pacientes en menos de cinco años”
¿Qué sabemos?
Es un dato falso. Ese porcentaje está extraído de un estudio publicado en 1995 y está desactualizado. La evidencia científica más reciente señala que el porcentaje de mortalidad asociado a la miocarditis aguda, que es la que puede darse en casos muy raros tras la vacunación contra la covid-19 con vacunas de ARNm, es mortal en un 3% de los casos en el primer año y del 4,1% a los 5 años
Está circulando estos días un cartel por ciertos grupos de Telegram y Reddit en el que se observa una gráfica con los supuestos efectos a corto, medio y largo plazo de las vacunas contra la covid-19. El documento destaca las miocarditis, sobre las que dice que son fatales “en el 56% de los pacientes en menos de cinco años”. Son datos falsos: según estudios recientes, la miocarditis es mortal en un 3% de los casos en el primer año y del 4,1% a los 5 años.
La miocarditis sola es fatal en el 56% de los pacientes en menos de cinco años.
La inflamación del músculo cardíaco, también conocida como miocarditis o miocarditis aguda, es una afección que aparece cuando las personas se infectan con ciertos virus, parásitos, bacterias, y hongos. También puede producirse tras ingerir ciertas drogas como la cocaína, al padecer ciertas enfermedades inmunológicas como la diabetes mellitus, o al recibir ciertos medicamentos, como las vacunas contra la covid-19 de ARNm. (Pfizer o Moderna). En este último caso ocurren con muy, muy baja frecuencia: del orden de 10 casos o menos por cada 100.000 vacunados.
¿Cuánta mortalidad causa la miocarditis?
Según el cartel, la miocarditis “es fatal en el 56% de los pacientes en menos de cinco años”. Son datos que según éste salen de una publicación de 2006 en la revista Circulation, de la American Heart Association (AHA, en inglés). Sin embargo, se trata de un artículo de revisión, es decir, un resumen con estudios publicados anteriormente sobre un tema, en vez de nuevos hechos o análisis, y el dato de la fatalidad procede a su vez de otro paper publicado en 1995, en el que un grupo de científicos estudió la efectividad de tratar esta dolencia con inmunosupresores.
Pero según indica a Verificat José Alberto García Lledó, Jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias, y profesor asociado de la Universidad de Alcalá, el porcentaje “es falso” a día de hoy: “Cuando se revisan las miocarditis diagnosticadas y atendidas en hospitales de forma previa a la pandemia, las tasas de muerte y necesidad de trasplante cardiaco son del 3% en el primer año y del 4,1% a los 5 años”.
Estos datos, según él, “concuerdan con la experiencia clínica diaria, en la que vemos que la mayor parte de las miocarditis agudas cursan de forma benigna sin secuelas”. Es decir, que la miocarditis por sí misma no es fatal en el 56% de los casos sino, como mucho, en el 4,1%.
De hecho, aunque no hay estudios sobre el porcentaje de fallecidos por miocarditis cuyo origen es la vacuna, los escenarios en países como Israel o Francia indican que a día de hoy prácticamente nadie ha fallecido por esta causa. En el caso francés, de 919 casos de miocarditis recogidos por su sistema de vigilancia farmacoepidemiológica entre mayo y agosto de 2021, no se registró ningún caso de muerte. En el israelí, de 54 casos de miocarditis descritos tras administrar 2,5 millones de dosis de la vacuna de Pfizer entre diciembre de 2020 hasta mayo de 2021, se ha descrito un caso de muerte por causa no aclarada, según esta publicación de New England Journal of Medicine.
Miocarditis tras las vacunas
Esta inflamación produce sobre todo dolor de pecho, dificultad para respirar y palpitaciones del corazón, y generalmente se trata con medicamentos durante entre semana y diez días.
En el caso de la miocarditis aguda provocada por la vacuna de ARNm, indica Nature que ocurren con más frecuencia en hombres, y que sobre todo afectan a personas jóvenes de entre 12 y 30 años.
Lo que aún no se sabe es qué efectos o consecuencias pueden tener a largo plazo: “No hay datos de seguimiento a largo plazo, ya que las vacunas son de introducción reciente”, razona el experto, aunque manda un mensaje tranquilizador: “La mayor parte de los casos son leves y sin consecuencias, y los informes de muerte o complicaciones graves hasta ahora excepcionales”.
La covid-19 también aumenta el riesgo
Como indicamos al inicio de este artículo, también existe la posibilidad de desarrollar miocarditis por infecciones virales, lo que incluye a las infecciones de covid-19. Un artículo publicado el pasado diciembre en Nature, en el que se compara el riesgo de padecer miocarditis en caso de vacunación respecto a contraer la infección, arroja resultados interesantes: tras analizar una muestra de 38.615.49, los científicos estimaron que “los eventos adicionales de miocarditis fueron entre 1 y 10 por millón de personas en el mes posterior a la vacunación”, un número “sustancialmente menor que los 40 eventos de miocarditis adicionales por millón de personas observados después de la infección por SARS-CoV-2”.
En otras palabras, los científicos observaron que “la vacunación contra el SARS-CoV-2 en adultos se asoció con un pequeño aumento en el riesgo de miocarditis […], mientras que la infección por SARS-CoV-2 se asoció con un aumento sustancial del riesgo de hospitalización o muerte por miocarditis, pericarditis y arritmia cardíaca”.
Otro estudio, basado en la campaña de vacunación de Israel y publicado en New England Journal of Medicine, arroja resultados similares: el riesgo de miocarditis tras la vacuna de Pfizer era mucho mayor por covid-19 que tras la vacunación; 11 casos por cada 100.000 personas (COVID-19), frente a 1-5 casos por cada 100.000 (vacunas). En sus conclusiones destacan que la miocarditis producida por la vacuna de Pfizer podían ser “potencialmente graves”, pero sus resultados señalan que igualmente “la infección por SARS-CoV-2 es en sí misma un factor de riesgo muy fuerte de miocarditis y también aumenta sustancialmente el riesgo de otros múltiples eventos adversos graves”.