El “efecto llamada” no existe: ni las “regularizaciones masivas” ni las “ayudas sociales” fomentan la llegada de inmigrantes

La migración ha sido uno de los temas estrella de las elecciones europeas. Las narrativas de desinformación sobre las regularizaciones masivas y las supuestas ayudas que las personas migrantes reciben nada más cruzar la frontera de la Unión Europea han capitalizado el debate en España, Polonia, Portugal y Bélgica, entre otros países, tal como muestra la base de datos Elections24Check, en la que más de 40 verificadores europeos hemos colaborado para combatir la desinformación a nivel continental. En España, dentro de los partidos que se han presentado a las elecciones al Parlamento Eurpeo, estos mensajes contrarios a la migración salpicados de falsedades y medias verdades los ha centrado Vox, como demuestran las verificaciones de Verificat de los distintos debates.

Juan Carlos Girauta, tercer candidato del partido en la lista a las elecciones europeas, aseguró en una entrevista en la emisora Urbana Play, compartida a través del perfil de X de la formación política, su voluntad de terminar con el “efecto llamada” que, según defendía, está provocado por “regularizaciones masivas”. Esta afirmación no es nueva ni ha sido aislada. Mireia Borrás, número cuatro de la misma candidatura, argumentó en el debate organizado por 20minutos que “todos los partidos” están de acuerdo “en apoyar las políticas de puertas abiertas y efecto llamada”.

Desde Vox también se ha correlacionado este hipotético “efecto llamada” con las ayudas sociales. Jorge Buxadé, número uno de la lista a las europeas por dicha formación política, afirmó en una entrevista en RNE (minuto 20) que el “efecto llamada” es consecuencia de que un inmigrante que entra ilegalmente “queda en mejor condición que un migrante legal” en relación a obtención de ayudas sociales.

Es FALSO. En España han tenido lugar diversas regularizaciones de gran envergadura de personas inmigrantes, pero ni los datos ni los estudios al respecto muestran que haya influido en una mayor llegada de migrantes a las fronteras del país. Por el contrario, las entradas de migrantes tienen más que ver con las fluctuaciones del ciclo económico del país de destino, según explica un estudio del Overseas Development Institute y un artículo publicado en Cambridge University Press. Pero, sobre todo, están relacionadas con la situación en los propios países de origen. 

“Acabar con cualquier efecto llamada provocado por regularizaciones masivas es de sentido común”

 Juan Carlos Girauta, Vox

“Las ayudas sociales para los españoles y para los extranjeros que residen legalmente. El que un inmigrante entre ilegalmente y no haya ninguna distinción, incluso quede en mejor condición que un migrante legal, es un efecto llamada”

  Jorge Buxadé, Vox

En España han tenido lugar nueve regularizaciones extraordinarias a ciudadanos extranjeros, tal y como recogió Newtral, miembro de la red internacional de verificadores que luchan contra la desinformación (IFCN). Desde el año 2000 se han realizado tres: en el 2000 y en el 2001 por parte del gobierno de José María Aznar (PP) y en el 2005 por el lado de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE). Por otro lado, el portal de Balances e Informes del Ministerio del Interior ofrece datos de entradas irregulares por vía marítima desde 1999.

Cruzando ambos indicadores, vemos que tras las regularizaciones de Aznar en el año 2000, estas entradas subieron mínimamente, mientras que tras las de 2001, bajaron. Después de la regularización de 2005 de Zapatero hubo un pico de llegadas en 2006. Es lo que se denominó la crisis de los cayucos en Canarias. Sin embargo, sería erróneo interpretar dichas llegadas como consecuencia de la previa regularización, según muestra la investigación académica.

Concretamente, un estudio publicado en Barcelona GSE Working Paper Series analiza esta ola migratoria y rechaza la idea de que dicha regularización promoviese un “efecto llamada”. Sus autores concluyen que la cantidad de personas inmigrantes que llegaron a España en 2006 aumentó, sí, pero el ritmo de crecimiento fue similar independientemente de si el país de origen de esos migrantes formaba parte de la Unión Europea o era extracomunitario. Es decir, no se registró un cambio en la composición de la inmigración en el Estado español, pese a que la regularización de 2005 incidió principalmente en las personas que venían de fuera de la UE.

Cristina Fernández, Investigadora Ramón y Cajal por la Universidad de A Coruña, que ha investigado sobre políticas de control de la inmigración, explica a Verificat que “no tiene demasiado sentido” asociar las llegadas con la política interna de España: “Es como si dijéramos que la crisis de los refugiados de Siria o de Ucrania tienen que ver con la política interna de Alemania o Polonia”. Por tanto, afirma que tiene más relación con la situación del país de origen. No obstante, el fenómeno migratorio es complejo, y otras variables como la condición de las rutas migratorias o la situación económica pueden influir en las dinámicas de desplazamiento.

Entre las posibles causas de las llegadas registradas en 2006 a Canarias, la experta cita “la crisis política en Senegal, unas corrientes marinas favorables o la imposibilidad de llegar a Europa a través de rutas más cortas y más seguras debido al reforzamiento de la cooperación con Marruecos para la vigilancia de las fronteras más al norte”, en Ceuta, Melilla y la costa andaluza.

Otro factor a tener en cuenta es la mayor capacidad para detectar pateras mediante el Sistema de Vigilancia Exterior (SIVE) que España utiliza desde 2002, pero que llegó en 2005 a Canarias. Este permite, según la definición de la Guardia Civil, “detectar a larga distancia [10km] las embarcaciones que se aproximen a nuestro litoral”, para “interceptar a los presuntos delincuentes o auxiliar a los inmigrantes irregulares”. Es decir, que parte del aumento de la llegada de migrantes podría explicarse por una mayor capacidad de detección e intercepción.

Las ayudas sociales tampoco fomentan el “efecto llamada”

La migración neta en España “ha variado de forma significativa, siguiendo una dinámica vinculada al ciclo económico sin que, en ese mismo período de tiempo, se hayan registrado cambios reseñables favorables en el marco de prestaciones del estado de bienestar español”, explica el informe de 2019 del Defensor del Pueblo.

Las oscilaciones del Producto Interior Bruto Español (PIB) han seguido una tendencia similar a las variaciones de población extranjera -entradas y salidas- que recoge el Padrón Continuo, donde aparecen tanto migrantes en situación regular como irregular.

Otro indicador que nos permite ver la relación entre la economía del país de destino y la llegada de inmigrantes es la comparación entre la tasa de paro y las entradas de migrantes por vías legales. Un artículo publicado por el Banco de España  constata que “los extranjeros de países donde las tasas de desempleo son más elevadas son quienes tienen una mayor propensión a abandonar su país con destino a España, así como que los flujos de entrada de extranjeros tienden a ser superiores hacia las regiones con tasas de paro menos elevadas”.

En el conjunto de España, se aprecia que, cuando sube la tasa de paro, baja la llegada de extranjeros, y viceversa. 

Por otra parte, cabe destacar que para acceder a las prestaciones sociales es necesario tener residencia legal, tal y como refleja la Ley de Extranjería (artículo 14). Es decir, encontrarse en situación irregular impide la concesión de dichas ayudas sociales. En el caso de estar empadronados, las personas en situación irregular podrán únicamente acceder a asistencia sanitaria y a la escolarización, las prestaciones básicas, tal y como explicó Verificat en el marco de las elecciones catalanas.

No existe ninguna renta dirigida exclusivamente a inmigrantes irregulares. En algunas comunidades autónomas sí que pueden acceder a rentas mínimas de inserción, pero sus requisitos son los mismos que para los españoles y la nacionalidad nunca es un criterio, según legisla el artículo 14 de la Ley de Extranjería.

Este artículo forma parte de un proyecto colaborativo de más de 40 organizaciones liderado por la European Fact-Checking Standards Network para combatir la desinformación sobre las elecciones europeas de 2024. Puedes conocer más a elections24.efcsn.com