Cuántas veces nos podemos duchar al día sin dañar nuestra piel
El máximo recomendado por los dermatólogos es una ducha, pero sobre todo ha de ser corta y con jabón suave
Nos habéis preguntado por nuestro servicio de WhatsApp (+34 666 908 353) si es recomendable ducharse todos los días. Ahora que ya se ha instalado por completo el calor en todo el país apetece mucho darse una ducha para refrescarse, pero al mismo tiempo, las reservas de agua están al límite y queremos ahorrar.
Se han viralizado diversos vídeos de YouTube que argumentan a favor y en contra de la costumbre de ducharse una vez al día, pero, ¿es este hábito saludable? Lo cierto es que, según los expertos, debemos evitar ducharnos con agua muy caliente o muy fría, y no hacerlo en cualquier caso más de una vez al día. ¡Te lo contamos!
¿Por qué las duchas afectan a nuestra piel?
Con el calor de los meses de verano es inevitable que lleguen el sudor y los sofocos, lo que nos lleva a preguntarnos si estamos sucios, si olemos mal y si deberíamos ducharnos todos los días. Ante esta pregunta, Sara Carrasco, dermatóloga miembro de la junta directiva de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV), aconseja a Verificat evitar los lavados excesivos y no ducharse más de una vez al día, pues “hacerlo podría aumentar la deshidratación de la piel, ya que esta pierde el 25% de su hidratación natural durante la ducha”.
Además de la frecuencia, también importa la duración de estas duchas. La exposición prolongada y continua al agua puede actuar como un agente erosivo e irritante para la piel, concluye Trinidad Montero-Vilchez, especialista en el Área en Dermatología en el Hospital Universitario Virgen de las Nieves (Granada), en un mail a Verificat. Con todo, afirma que “podemos ducharnos todos los días”, siendo más recomendables las duchas cortas con agua tibia, especialmente en personas con patología cutánea, como la dermatitis.
La microbiota de la piel
Para reducir el riesgo de afecciones cutáneas, la piel debe tener un pH —grado de acidez o alcalinidad— por debajo de 5, es decir, un pH ácido. Este pH lo regulan diversos factores que escapan a nuestro control, como la edad, la genética o el sudor, pero en él también influye la composición de la microbiota de la piel —el conjunto de microorganismos que habita nuestra piel—, que depende de elementos externos como el clima, la exposición solar o la aplicación de productos químicos.
Se ha demostrado que la diversidad de la microbiota puede predecir si una piel está sana o no, y que muchas enfermedades de la piel están causadas por desequilibrios en este conjunto de microorganismos. Como las duchas no dejan de ser un proceso mecánico y químico para eliminar la suciedad, estas son capaces de modificar la microbiota, afectando así a la salud de nuestra piel.
“La exposición continua y excesiva al agua puede tener un efecto perjudicial en la piel”, indica Montero-Vilchez, después de realizar una investigación que estudiaba los cambios en la microbiota de la piel después de exponerse al agua. Carrasco, de la AEDV, añade que “un exceso de higiene puede provocar piel seca o irritada, infecciones y reacciones alérgicas”.
Elementos que pueden dañar la piel
Diversos estudios (1, 2) han demostrado que el uso de cosméticos (entre los cuales se incluye el jabón) es capaz de alterar la microbiota cutánea, ya que el pH de estos productos puede alterar el pH de nuestra piel (1, 2). De hecho, “no debemos utilizar productos agresivos para el lavado de cara y cuerpo”, indica Carrasco, y recomienda específicamente aquellos testados dermatológicamente”.
La temperatura del agua con la que nos duchamos también juega un papel importante en la modificación de la microbiota de la piel. Según Montero-Vilchez, “la exposición al agua caliente es más perjudicial que el lavado con agua fría, ya que produce una mayor alteración cutánea” y, es por este motivo que la ducha “debería realizarse con agua tibia, entre 15-20 °C”, recomienda.
¿Ducharse demasiado o demasiado poco?
Por tanto, tal como concluye Carrasco, “no sería obligatorio ducharse todos los días para la salud de tu piel. Depende del tipo de higiene que se realice. Hay días que es necesario, como cuando los hijos llegan sucios o los adolescentes sudorosos. Pero una limpieza de cuerpo entero por mera rutina no es conveniente”.