La ansiedad no es «un trastorno inventado», como asegura un vídeo viral, pese a la discusión académica sobre los manuales diagnósticos.

La ansiedad es una enfermedad reconocida por los principales organismos de salud

La ansiedad es una enfermedad reconocida por los principales organismos de salud

Chica en su casa con síntomas de ansiedad
,

Qué se ha dicho?

Que la ansiedad es un trastorno inventado por el DSM-5, y que este es un instrumento de poder al servicio de la industria farmacéutica.

Qué sabemos?

La ansiedad generalizada es un trastorno mental que cuenta con el consenso de la comunidad científica y que está registrado en los principales manuales diagnósticos. Existe un debate académico sobre la idoneidad del DSM-5, pero esto no implica que las enfermedades que describe sean inventadas.

Está circulando en varios grupos de Telegram y en Instagram, donde acumula casi 3 millones de reproducciones, un vídeo del psiquiatra José Luis Marín, presidente de la Sociedad Española de Medicina Psicosomática y Psicoterapia, en el que declara que la «ansiedad es un trastorno inventado» por el manual de diagnóstico DSM-5. Estas declaraciones las hizo durante una charla del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid (COPMadrid) titulada «Desmontando la ansiedad» el 29 de noviembre de 2024 (minuto 10:34).

Es FALSO. Existe un consenso científico sobre la existencia del trastorno de ansiedad generalizada, basado en investigaciones científicas y la práctica clínica. El Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) es un documento que establece criterios para diagnosticar trastornos mentales, pero no inventa enfermedades. Es cierto, sin embargo, que existe un debate académico sobre la idoneidad de esta definición, ya que algunos expertos consideran que la última versión promueve el sobrediagnóstico y la sobremedicación.

«La ansiedad es un trastorno inventado por el DSM»

La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones de estrés o peligro. Cuando esta respuesta se vuelve desproporcionada o persistente, puede interferir significativamente en la vida diaria de las personas, y es entonces cuando puede convertirse en patológica. Por ello es fundamental diferenciar entre la ansiedad puntual, que puede surgir como una respuesta normal a situaciones de estrés, y el trastorno de ansiedad generalizada, que es una condición clínica que puede llegar a ser incapacitante.


Este trastorno está incluido en los principales manuales diagnósticos, como el DSM-5 o la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD en inglés) de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Ambos documentos clasifican y describen los trastornos mentales basándose en criterios diagnósticos establecidos tanto por investigaciones científicas como por la práctica clínica.


El DSM-5, por ejemplo, exige para diagnosticarlo que el paciente presente ansiedad o preocupación la mayor parte de los días de los últimos seis meses, y que este síntoma esté asociado a, al menos, tres de los siguientes factores: inquietud, facilidad para fatigarse, dificultad para concentrarse, irritabilidad, tensión muscular y problemas de sueño. La sintomatología debe afectar “significativamente” el día a día del paciente y no debe explicarse mejor por otros trastornos mentales o afecciones médicas.

Un trastorno descrito desde la época de Hipócrates

El trastorno de ansiedad generalizada se incluyó en la tercera edición del DSM, publicada en 1980, y un consenso científico avala su existencia desde 2001. También está reconocido por organismos como los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH por sus siglas en inglés) y la Agencia Europea de Medicamentos (EMA por sus siglas en inglés), entre otros. De hecho, hay registros de su existencia desde la época de Hipócrates.


La ansiedad “es un trastorno real y el DSM no inventa, es una herramienta para ayudar a diagnosticar y clasificar”, asegura en conversación con Verificat Narcís Cardoner, jefe del servicio de psiquiatría del Hospital de Sant Pau. También explica que estas declaraciones son opuestas a la ciencia, ya que “una cosa es ir en contra del sistema y otra muy diferente es ir en contra de la evidencia científica”, comenta.


Por otro lado, el Colegio Oficial de Psicología de Madrid, organizador del evento, indica a Verificat que no respalda las opiniones individuales de profesionales. En este caso particular, la entidad señala que la afirmación “corresponde a una perspectiva personal del Dr. Marín y no representa la postura oficial del Colegio, que busca e integra diferentes enfoques y visiones dentro de la psicología, siempre sustentados en el rigor, la experiencia y la literatura científica”.

Desde Verificat hemos intentado contactar con José Luis Marín, pero en el momento de publicar esta verificación no habíamos obtenido respuesta.

El debate académico sobre la idoneidad del DSM-5 es real

El Colegio reconoce un debate “en el ámbito académico y profesional” sobre “la construcción y evolución de los criterios diagnósticos en salud mental” que considera “legítimo” y que “forma parte de la constante evolución del conocimiento en la disciplina”. “Existe una dilatada bibliografía contrastada […] que ha cuestionado la expansión diagnóstica del DSM desde hace muchos años”, pero este hecho “no implica que a las afecciones incluidas en estos manuales les falte base clínica o empírica”, concluye.

El debate académico del que habla la institución tiene como una de sus figuras principales a Allen Frances, el editor de la cuarta edición del manual. Unas cincuenta asociaciones de psicología y más de 15.000 profesionales firmaron en 2017 una carta abierta crítica con la última revisión del manual. Las críticas se centran en que los miembros del grupo de trabajo que revisaron el DSM-5 tienen vínculos con la industria farmacéutica, y que, en opinión de algunos expertos, el manual contribuye a un sobrediagnóstico y una sobremedicación de la salud mental.

Uno de cada ocho catalanes recibe la medicación que se utiliza para tratar la ansiedad

Uno de cada ocho catalanes, el 17,5%, tenía prescritas en 2022 benzodiacepinas o fármacos similares, con los que se tratan trastornos como la ansiedad o el insomnio, según datos de la Agencia de Calidad y Evaluación Sanitarias de Catalunya (AQuAS). La entidad refleja en un informe que el tratamiento con estos fármacos no debe ser la primera línea de acción en el trastorno de ansiedad y que otros psicofármacos o el uso de psicoterapia son estrategias mejores.

Sin embargo, el 41,6% de las personas diagnosticadas de ansiedad a través de los Servicios de Atención Primaria de Cataluña entre mayo de 2021 y mayo de 2022 recibieron un tratamiento con benzodiacepinas que superaba las 4 semanas, algo no recomendado por el Departamento de Salud de la Generalitat.

Varios artículos científicos apuntan que la sobremedicación sustituye, en algunos casos, la psicoterapia, cuando esta sería una aproximación más adecuada. “Muchas veces se intenta medicalizar la normalidad o el sufrimiento. Hay situaciones personales que pueden ser difíciles, y no todas ellas requieren medicación. Sí se deben tratar aquellos casos que puedan ser patológicos o limitantes, ya sea con psicoterapia y/o medicación”, apunta Narcís Cardoner, del Hospital de Sant Pau.

No obstante, el experto señala que el hecho de que el DSM incluya más diagnósticos no es para medicar a más gente, sino para clasificar mejor a las personas afectadas, e incluso, evitar sobremedicar en algunos casos. Añade, también, que el manual es una herramienta fundamental para el diagnóstico de las enfermedades mentales, ya que proporciona unos criterios claros de inclusión y exclusión que permiten establecer un lenguaje común entre profesionales de todo el mundo.

No hay un solo trastorno de ansiedad

Además del de ansiedad generalizada, el DSM-5 recoge otros trastornos de ansiedad como el de pánico o la agorafobia, cada uno con características particulares. Todos ellos se diagnostican según unos criterios que, entre otros, exigen que los síntomas se mantengan durante el tiempo y que sean limitantes para las personas.

Trastorno de ansiedad inducido por sustancias/medicamentos: Ansiedad causada por el consumo o la abstinencia de sustancias o medicamentos.

Trastorno de ansiedad debido a una afección médica: Ansiedad provocada por una enfermedad, como pueden ser problemas hormonales o neurológicos.

Otros trastornos de ansiedad especificados: Síntomas relevantes de ansiedad que no cumplen completamente los criterios de un trastorno en concreto.

Otros trastornos de ansiedad no especificados: Cuando se detecta ansiedad, pero falta información para realizar un diagnóstico preciso.