¿Por qué algunos jóvenes conectan con discursos antifeministas en las redes y cómo podemos evitarlo?
A pesar de los avances sociales y los derechos adquiridos gracias a la lucha feminista, …

A pesar de los avances sociales y los derechos adquiridos gracias a la lucha feminista, …

A pesar de los avances sociales y los derechos adquiridos gracias a la lucha feminista, la desigualdad de género persiste y se manifiesta en diferentes ámbitos de la sociedad. El profesorado de la comunidad Desfake nos ha hecho llegar sus preocupaciones respecto a las actitudes de parte del alumnado hacia la desigualdad de género y el feminismo. Existe un problema de percepción global que también se traslada al aula. Entre otros factores, las redes sociales contribuyen a alimentar y difundir, no solo discursos de odio, sino también información falsa.
En el marco de los Debates Verificados, hemos preparado un dossier sobre desinformación e igualdad de género, una retrospectiva con datos sobre la desigualdad en la que recopilamos las percepciones actuales sobre el feminismo y analizamos qué sabemos hasta ahora de la manosfera —de la cual ya hablamos en otro artículo.
El dossier es una fuente de información fiable, rigurosa y accesible. A partir de estos datos, se ha planteado la nueva píldora de materiales didácticos de Desfake: Discursos machistas y antifeministas en las redes. El objetivo es detectar y analizar los discursos machistas y antifeministas en las redes desde una mirada crítica y dialógica para entender cómo nos influyen y cómo se pueden cuestionar.
Esta píldora es una propuesta previa a la cápsula sobre desinformación, género y discursos de odio que estamos desarrollando para el curso 2025-2026.
Ecosistemas digitales: la manosfera
Afrontar estas cuestiones requiere espacios de confianza y un enfoque que combine la evidencia con una aproximación desde la dimensión emocional del problema. Por ello, es esencial establecer los fundamentos de la conversación sobre un entendimiento compartido de las evidencias de la desigualdad de género en nuestra sociedad.
Hablamos de manosfera para referirnos a aquellos contenidos, estéticas y discursos que giran en torno a unas identidades masculinas concretas, autopercibidas como contraculturales, que reaccionan al discurso feminista y de igualdad de género en tanto que este se ha institucionalizado.
En una intervención en el Debate Verificat: “Feminismo: ¿avanza o retrocede respecto al año 2000?”, Lionel S. Delgado, doctor en Sociología y técnico del proyecto Bróders, explicaba que “ya no hablamos de un espacio pequeño, sino de una cultura de la manosfera. Hay que entenderla como un producto de un conjunto mediático”. Delgado remarcaba la distinción entre una manosfera profunda —en un sentido tradicional de espacio marginal, con foros anónimos como 4chan o bbosa8628 y consecuencias como la campaña de odio conocida como Gamergate— y, por otro lado, canales que viralizan algunas de estas ideas, como Naim Darrechi, RickyEdit o Dalas Review, con una gran capacidad de llegar a los jóvenes.
Uno de los principales mecanismos de estos agentes viralizadores es, a través del humor, la banalización de las desigualdades y la ridiculización del léxico feminista, especialmente el institucional.
Los sistemas de la manosfera no se desarrollan sobre datos verificables y evidencias, sino que encuentran su fuerza en la construcción de comunidades y de vínculos afectivos entre los usuarios. Son precisamente estos lazos emocionales, el sentimiento de pertenencia y la consolidación de la identidad lo que los jóvenes buscan —y lo que hace que la adolescencia sea aún más vulnerable.
¿Por qué se viralizan los discursos antifeministas?
Las redes sociales están diseñadas para captar nuestra atención, mantenerla y capitalizarla. Esto significa que no solo muestran contenido que nos interesa, sino que priorizan aquel que genera una reacción intensa. Algorítmicamente, el contenido que despierta emociones fuertes—especialmente la rabia, la indignación o el miedo—tiene más posibilidades de ser compartido, comentado y, en consecuencia, viralizarse.
Este fenómeno hace que ciertas narrativas polémicas, extremistas o cargadas de confrontación tengan más visibilidad que discursos más matizados o analíticos. Las redes sociales no son neutrales: la arquitectura digital favorece la reproducción de ciertos discursos y formas de interacción que impactan directamente en la manera en que percibimos la sociedad y las tensiones que la habitan.
La estrategia comunicativa de muchos creadores dentro del espacio de la manosfera se basa precisamente en provocar reacciones extremas. Mediante discursos simplificados y polarizadores, presentan un relato de “nosotros contra ellos”, donde el “nosotros” representa una masculinidad percibida como auténtica y legítima, mientras que el “ellos” se configura en oposición: las feministas, los hombres considerados débiles o cualquier grupo que cuestione su narrativa.
Este planteamiento de los “bandos” en términos antagónicos no solo asegura un gran alcance dentro de las mismas comunidades, sino que también fomenta la viralización fuera de ellas. Cuando este tipo de contenido llega a personas que lo rechazan, la reacción suele ser de denuncia e indignación, pero paradójicamente, esto contribuye a amplificar el mensaje. Cuanto más se habla de ello, más presencia gana en el ecosistema digital. Así, incluso el rechazo puede acabar actuando como un elemento que refuerza su visibilidad, en un fenómeno similar al efecto Streisand.
Ante este escenario, es fundamental proporcionar al alumnado herramientas para entender y cuestionar estos discursos desde una mirada crítica y dialógica. Por ello, hemos creado una nueva píldora didáctica de Desfake Discursos machistas y antifeministas en las redes, basada en evidencias y datos, para trabajar con el alumnado la detección y análisis de discursos machistas y antifeministas en las redes.