La ONU no reconoce el «reemplazo demográfico en Occidente», sino que analiza el impacto de la inmigración en el envejecimiento
El estudio examina la cantidad de inmigrantes necesarios para mantener los niveles de población
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El estudio examina la cantidad de inmigrantes necesarios para mantener los niveles de población
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¿Qué se ha dicho?
Un informe de la ONU reconoce el “reemplazo demográfico en Occidente” en manos de la inmigración.
¿Qué sabemos?
El texto estudia el impacto de la inmigración como solución al declive y envejecimiento poblacional
Circulan por X (antes Twitter) mensajes que aseguran que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoció “el reemplazo demográfico en Occidente” en un informe publicado en el año 2000. Estas publicaciones defienden la teoría del Gran Reemplazo, según la cual los inmigrantes sustituirán a la población europea, que está en decrecimiento, un postulado conspiracionista ampliamente desmontado.
Es ENGAÑOSO. Se trata de una interpretación errónea del informe titulado Replacement Migration: Is it A Solution to Declining and Ageing Populations? (en español, Reemplazo Migratorio: ¿Es una solución para las poblaciones en declive y envejecimiento?).
El estudio analiza matemáticamente cómo la migración podría compensar, a nivel poblacional y económico, a las comunidades con bajas tasas de natalidad y un elevado envejecimiento demográfico, como son Europa, Estados Unidos y Japón. Pero ni aboga ni constata una sustitución cultural o étnica de las poblaciones occidentales.
«La organización globalista reconoce en este informe el fenómeno de sustitución demográfica a través de la inmigración masiva […]»
El estudio, publicado el 21 de marzo del 2000 por la ONU, define el concepto “reemplazo migratorio” como “la migración internacional que sería necesaria para compensar las disminuciones en el tamaño de una población, las disminuciones en la edad de los trabajadores, así como para compensar el envejecimiento general de la población” (página 93).
Así, el informe plantea cómo podría afectar la llegada de inmigración a diferentes países (Francia, Alemania, Italia, Japón, República de Corea, Rusia, Reino Unido e Irlanda del Norte, Estados Unidos, Europa y la Unión Europea), a través de tablas de población y de escenarios hipotéticos en los años 2000, 2025 y 2050.
La ONU no se enfoca en este informe en países de origen específicos de migrantes, se limita a calcular las cifras de personas que serían necesarias en las diferentes regiones para compensar la disminución y el envejecimiento de la población, una realidad en las sociedades occidentales, tal y como indicó el Banco Mundial ya en 2015. Tampoco hace referencia a ningún tipo de política migratoria, ni recomienda medidas concretas.
De hecho, la ONU concluye que es necesario hacer una “reevaluación” de la situación incluyendo factores adicionales a la migración: edades de jubilación, niveles y tipos de prestaciones de jubilación y de atención sanitaria para las personas en edad avanzada, las cantidades de las contribuciones de los trabajadores para la jubilación, entre otras cuestiones.
La teoría conspiracionista del Gran Reemplazo
Los mensajes virales hablan de una “sustitución demográfica a través de la inmigración masiva calificada por los organismos internacionales como una teoría de la conspiración”. Se refiere a la teoría del Gran Reemplazo, según la cual los inmigrantes sustituirán a la población europea que, en muchas de estas hipótesis, está dirigida por una élite política con el objetivo de tener una población “más dócil” a la que controlar.
Uno de los argumentos en los que se basa esta teoría es el hecho de que la tasa de fecundidad de los inmigrantes es mayor que la de los autóctonos. Que la población migrante sea más fértil en los años posteriores a su llegada, sin embargo, no implica que haya una sustitución. En este sentido, es importante tener en cuenta que, con el tiempo, las nacionalidades se mezclan y no tiene sentido fijarse en los nacimientos según origen de sus progenitores. Además, las tasas de fecundidad de los migrantes tienden, con el tiempo, a igualarse a las de los autóctonos. Por lo que si la tasa de los nacionales es baja, también lo será la de los migrantes, según un estudio académico publicado en la revista Population and Development Review.
Puedes consultar estos y más datos en Las mentiras alimentan el odio, el portal de Verificat con información contrastada sobre migraciones.