Una cifra de 22 encarcelados en Catalunya se utiliza para culpar a la migración del 90 % de las violaciones
Una muestra pequeña no permite extrapolar causalidad entre nacionalidad y criminalidad.
Una muestra pequeña no permite extrapolar causalidad entre nacionalidad y criminalidad.
¿Qué se ha dicho?
Que el 91% de los condenados en Catalunya por violaciones son extranjeros, lo que prueba que la mayoría de inmigrantes delinquen.
¿Qué sabemos?
Que los datos a los que hace referencia la estadística son de una muestra muy pequeña de personas que no permite extrapolar causalidad entre nacionalidad y criminalidad.
A través de su perfil de X (antes Twitter), Elon Musk ha compartido una publicación de la cuenta Visegrád 24, frecuente en la difusión de mensajes falsos y engañosos, que adjuntaba el titular de una noticia de septiembre: “El 91% de los condenados en Cataluña por violaciones son extranjeros”. Otros usuarios han utilizado este dato para responsabilizar a los extranjeros de las violaciones en España y vincular la llegada de inmigrantes con la delincuencia.
El 91% de los condenados en Cataluña por violaciones son extranjeros
El 30 de junio de 2024, había en las prisiones catalanas 24 hombres encarcelados por violación, 22 de los cuales eran de origen extranjero (el 91%), según datos del Departament de Justícia i Qualitat Democràtica. Se trata de un número absoluto “pequeño”, algo que “debería tenerse en cuenta para no sacar conclusiones sobre tendencias generales”. De hecho, mostrar un porcentaje cuando el número absoluto es tan bajo “suele dar resultados muy llamativos”, según explica a Verificat José María López Riba, doctor en Criminología y Derecho por la Universitat Pompeu Fabra.
Al observar muestras más amplias de presuntos responsables de violaciones en Catalunya, la proporción cambia y los extranjeros pasan a ser menos de la mitad. Según datos del Ministerio del Interior, un 44,5% de las personas detenidas e investigadas en 2023 en Catalunya por agresiones sexuales con penetración fueron extranjeras. En términos absolutos, 353 personas de un total de 793 no tenían nacionalidad española.
Asimismo, las violaciones son solo un tipo del total de delitos contra la libertad sexual que, a su vez, son también únicamente una parte de la violencia de género. En las mismas fechas a las que se refiere el artículo que compartió Musk, junio de 2024, los extranjeros eran un 48,31% de los condenados por delitos contra la libertad sexual en Catalunya. Es decir, menos de la mitad de presos.
Diferencias en el tipo de delito
Otra limitación que tienen las cifras que difundió Musk es que la tipificación del delito de violación cambió en 2022 y eso puede influir en la categorización que hacen las estadísticas, generando datos mezclados. Es decir, pese a que hace más de dos años que se aprobó la ley del solo sí es sí, la abogada Ester García puntualiza que las causas por delito sexual “pueden durar entre tres y cuatro años, por lo que muchas se están juzgando con la antigua legislación del Código Penal”.
El cambio consistió en que, antes de la nueva ley, la violación se consideraba un delito de agresión sexual cuando hubiese habido violencia o intimidación, de lo contrario era abuso sexual, pero ahora ya no hay distinción entre los dos.
Verificat ha contactado con el Departament de Justícia para esclarecer qué se incluye dentro de cada categoría estadística, pero en el momento de publicación de esta verificación no ha recibido respuesta.
Sesgos policiales y judiciales
En cualquier caso, todos estos datos pueden presentar problemas relacionados con los propios procesos policiales, judiciales y sus sesgos. Siguiendo con la explicación de López Riba, “que haya más personas del grupo A que del B en la prisión no equivale a que las personas del grupo A cometan más delitos en proporción a los del grupo B”. El proceso penal tiene varios pasos, que comienzan con la identificación del delito y su denuncia. En el caso de las violaciones, las víctimas son las principales “fuentes de información”, pero, por ejemplo, solo un 8% de quienes sufren violencia sexual fuera de la pareja denuncian, tal y como indica la Macroencuesta de Violencia Contra la Mujer.
Asimismo, en el proceso penal se dan una serie de situaciones que pueden presentar sesgos. Un estudio en el que ha participado la Universidad de Granada muestra cómo, en el caso de la delincuencia en general, la Policía vigila más a ciertos grupos, especialmente a las personas extranjeras. Esto puede hacer que los extranjeros tengan más probabilidades de ser detenidos por los cuerpos de seguridad. Igualmente, otro estudio publicado en The British Journal of Criminology apunta que los jueces son más proclives a condenar a prisión a los extranjeros.
Para establecer una correlación entre nacionalidad y una mayor propensión a las violaciones hacen falta estudios empíricos con rigor metodológico que aíslen otras variables que puedan influir en una mayor comisión de este tipo de delitos y permitan ver el efecto de la nacionalidad y los delitos sexuales.
La violencia de género es implícita al hecho de ser mujer
La violencia de género la padecen las mujeres por el hecho de ser mujeres, sea cual sea su nacionalidad, aunque sus experiencias puedan ser diferentes en función de sus características y las de su contexto, según indican numerosos estudios. Centrarse en los agresores extranjeros es simplificar una desigualdad, que realmente es estructural, como constata Naciones Unidas, una violencia que tiene muchas más aristas que las violaciones (física, psicológica, laboral, etc.).
Un estudio de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) expone que las mujeres migrantes son más vulnerables a la violencia durante, por ejemplo, las travesías hacia el lugar de destino. Pero que no es adecuado inflar esta condición para justificar medidas restrictivas a las migraciones. También aseguran que “sostener que las mujeres de determinada nacionalidad son sumisas o que los varones de alguna nacionalidad son machistas implica incurrir en serios prejuicios”. Y añaden que este tipo de ideas “empobrece” la “concepción de la problemática de la violencia de género y dificulta la intervención efectiva en este campo”.