Las nubes no se pueden mover con radares, a diferencia de lo que afirma un vídeo viral
Los expertos califican de «imposible» que las ondas electromagnéticas puedan desplazarlos
Los expertos califican de «imposible» que las ondas electromagnéticas puedan desplazarlos
¿Qué se ha dicho?
Que un radar situado en Morón de la Frontera ha causado la DANA de Valencia mediante pulsos electromagnéticos.
¿Qué sabemos?
Los radares no tienen la capacidad de mover las nubes. Estas se desplazan con la fuerza del viento y su sentido de giro es resultado de la rotación de la Tierra.
Nos habéis preguntado a través de nuestra cuenta de Instagram por un vídeo que acumula más de 60.000 «me gustas» y ha sido visto casi 4 millones de veces, donde se afirma que «un radar situado en Morón de la Frontera» supuestamente movió las nubes que provocaron la DANA que devastó Valencia, «mediante pulsos electromagnéticos».
Es FALSO. Los radares no tienen la capacidad de mover las nubes. Estas se desplazan con la fuerza del viento, y su sentido de giro es resultado de la rotación de la Tierra.
“Esta vez no es el viento el que mueve (las nubes), sino un radar situado en Morón de la Frontera […] mediante pulsos electromagnéticos”.
El instrumento del que habla el vídeo es el Radar Español de Vigilancia y Seguimiento Espacial (S3TSR). Su función es vigilar las órbitas terrestres bajas, «aquellas en las que se concentra la mayor parte de la actividad humana en el Espacio, y que se extienden entre los 200 y los 2.000 kilómetros», según explica la Agencia Espacial Española. Los datos del radar permiten catalogar los restos de satélites antiguos que han quedado abandonados en el espacio y calcular su trayectoria, para evitar que los dispositivos que aún funcionan puedan colisionar con ellos.
Su tarea no es, por tanto, mover las nubes. «No es posible mover objetos a distancia mediante ‘ondas electromagnéticas'», sentencia en un correo a Verificat Alberto Nájera, profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha y vocal del Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS) del Colegio Oficial de Telecomunicaciones (COIT).
«Es imposible», concluye.
Los radares meteorológicos tampoco pueden mover nubes
El vídeo asegura que la única manera de detener las nubes que viajaban hacia Valencia habría sido con los radares meteorológicos de Alicante y Murcia. Se trata, de nuevo, de una afirmación falsa, tal como ha explicado la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en su cuenta de X (antes Twitter): «Los radares meteorológicos no pueden desviar precipitaciones. Detectan gotas de lluvia, nieve o granizo, y sirven para localizar tormentas y seguir su evolución».
Ya explicamos que los radares son antenas que emiten ondas electromagnéticas muy energéticas que rebotan al encontrarse con las gotas de agua en la atmósfera y regresan a la antena. Este mecanismo, que la Aemet compara con el eco, permite identificar el tipo de precipitación (agua, nieve o granizo) y la distancia aproximada a la que se encuentra. Y al igual que la fuerza de nuestra voz no es capaz de mover la pared que causa el eco, los radares meteorológicos en ningún caso pueden mover ni dirigir las nubes.
Vientos de superficie y vientos en altura
Otra de las falacias en las que cae el vídeo viral es afirmar que las nubes que causaron la DANA en Valencia se desplazaron «hacia arriba» cuando el viento, supuestamente, iba «hacia abajo». El presentador lo ilustra mostrando dos animaciones: una en la que se observa la supuesta dirección del viento, y otra en la que se ve el desplazamiento de las nubes que, efectivamente, van en sentidos opuestos.
Sin embargo, el vídeo no muestra la altitud del mapa de vientos. Esto es clave, ya que la dirección y sentido en que sopla el viento cambian a medida que ascendemos en la atmósfera. Por lo tanto, un mapa de vientos en superficie no tiene por qué mostrar lo que ocurre a unos 5.500 metros de altura (o 500 hectopascales (hPa), aproximadamente), la capa de la atmósfera usada para mostrar la formación de una DANA, según explica la Aemet en su web.
La página web Meteored, por ejemplo, permite comparar los pronósticos de viento a diferentes alturas. Las diferencias en intensidad y dirección en superficie y a 500 hPa se hacen evidentes si comparamos, por ejemplo, el mapa del jueves 7 de noviembre a las 10 de la mañana.
Las flechas blancas que indican la dirección del viento se mueven de manera diferente a distintas alturas, y las intensidades también son diferentes, como indican los colores en las imágenes: a mayor altitud, mayor es la intensidad de la corriente de aire.