El cáncer no lo provocan parásitos ni se puede curar con el consumo de ciertos alimentos
Los parásitos no son los responsables del cáncer ni ningún alimento es la cura
Los parásitos no son los responsables del cáncer ni ningún alimento es la cura
Què s’ha dit?
Que el cáncer lo provoca un parásito que se puede eliminar con zumo de arándanos, entre otros remedios naturales, y así curar la enfermedad.
Què en sabem?
El cáncer es una enfermedad compleja causada por una combinación de factores, pero no por un parásito, y no existe ninguna evidencia científica de que el consumo de un alimento cure el cáncer.
El curandero Josep Pàmies, acusado y multado por difundir noticias engañosas sobre salud, ha compartido un mensaje en su canal de Telegram en el que sugiere que el cáncer es provocado, supuestamente, por un parásito llamado tricomonas, y que la enfermedad puede curarse tomando jugo de arándanos, entre otros remedios naturales.
Esto es FALSO. El cáncer es una enfermedad compleja caracterizada por la proliferación incontrolada de células anormales en el cuerpo. Existen muchos tipos de cáncer y también una gran variedad de tratamientos, pero ni el jugo de arándanos, ni ningún alimento por sí solo, se cuenta entre los posibles remedios.
“El parásito tricomonas es el que provoca la dramática enfermedad [el cáncer]. Este parásito es inmune a la quimioterapia […] su remedio propuesto […] es el jugo de arándanos”.
La publicación atribuye la afirmación a Tamara Lebedeva, autora de varios libros en los que defiende esta tesis, presentándose como química rusa que “dirigió un instituto de investigación a los 28 años” y que lleva desde 1989 “realizando su propia investigación”. Sin embargo, no existe ningún registro en PubMed, el repositorio más grande de artículos científicos en biomedicina, de que alguna persona con este nombre haya publicado un artículo sobre el parásito tricomonas y el cáncer.
El cáncer es una enfermedad compleja caracterizada por la proliferación incontrolada de células no funcionales en el cuerpo, debido a una modificación del material genético o un descontrol del ciclo celular. Estas células pueden formar una masa de tejido (el tumor), que en algunos casos puede propagarse a otras partes del cuerpo en un proceso llamado metástasis. Existen muchos tipos de cáncer, cada uno con causas, características y mecanismos específicos.
La relación del parásito tricomonas, causante de la tricomoniasis, una infección de transmisión sexual, con algunos tipos de cáncer (como el de cuello uterino o el de próstata) todavía se está estudiando, pero no hay evidencia sólida que permita afirmar que sea el causante de estos, y mucho menos de todos los tipos de cáncer conocidos. Es decir, no se ha demostrado que el parásito tenga ninguna relación directa con la formación de células cancerosas. De hecho, este parásito no aparece en la lista de sustancias u organismos que provocan cáncer, elaborada por la Agencia Internacional de Investigación sobre el Cáncer (IARC).
Georgia Anguera, oncóloga en el Hospital de Sant Pau, especialista en cánceres genitourinarios, explicó en una conversación con Verificat que “hasta la fecha, no se ha establecido una relación clara entre el desarrollo de cáncer de próstata y la infección por este parásito”. Además, agrega que esta infección parasitaria “no está descrita entre los posibles factores de riesgo para este cáncer”.
Los estudios sobre la relación entre infecciones del tracto urinario y el cáncer de próstata, revisados junto con la doctora, ofrecen resultados contradictorios, lo que indica que no hay evidencia sólida, ya que algunos estudios lo relacionan y otros sugieren lo contrario.
También apunta que “algunos estudios sugieren que las infecciones pueden provocar inflamaciones, que quizás favorezcan el desarrollo del cáncer, pero no se puede hablar de una relación directa”, refiriéndose a la posibilidad de que ocurra un mecanismo similar al del cáncer de cuello uterino, que puede ser provocado por el virus del papiloma humano.
Con respecto a otros parásitos que pueden causar cáncer, la American Cancer Society sí incluye algunos en su web, pero no menciona al parásito tricomonas.
Ni el jugo de arándanos ni ningún otro alimento te curará por sí solo.
No es cierto que un solo alimento o tratamiento sea capaz de tratar todos y cada uno de los diferentes tipos de cáncer. Cada uno tiene sus propias particularidades, por lo que el tratamiento dependerá de muchos factores, como el tipo de tumor, la existencia de metástasis y el estadio de la enfermedad. El tratamiento del cáncer puede incluir cirugía, quimioterapia, radioterapia, terapias dirigidas e inmunoterapia.
El zumo de arándanos es rico en antioxidantes, como las proantocianidinas (PAC), que han sido estudiadas por sus propiedades beneficiosas para la salud, incluida su capacidad para combatir el estrés oxidativo de las células. No obstante, no existen pruebas científicas sólidas que demuestren que el jugo de arándanos, ni ningún otro alimento por sí solo, pueda curar el cáncer.
Es cierto que las PAC de los arándanos pueden reducir las infecciones urinarias, mediante un mecanismo que impide que las bacterias como la E. Coli se adhieran al tracto urinario, pero estas infecciones no están relacionadas con el parásito ni con el cáncer.
En conversación con la oncóloga, comenta que “las infecciones o infestaciones que provocan inflamación podrían favorecer la aparición de cáncer, pero esta relación no está demostrada ni es una relación directa” y concluye que “con la evidencia científica actual, no se puede afirmar tal cosa”.
Por lo tanto, evitar estas infecciones con productos como los arándanos, que han demostrado ayudar, no puede relacionarse con una reducción del riesgo de cáncer.
Una alimentación sana y hábitos saludables sí pueden disminuir el riesgo de padecerlo y ayudar con los efectos secundarios del tratamiento, como ya explicamos en esta verificación. De hecho, hay alimentos que se han identificado y asociado como factores de riesgo para el cáncer, pero no hay ninguno que lo cure.
El parásito es inmune a la quimioterapia porque no es su objetivo.
La quimioterapia es un tratamiento médico utilizado principalmente para combatir el cáncer. Consiste en el uso de fármacos que atacan y destruyen las células cancerosas, que se caracterizan por dividirse y multiplicarse rápidamente. Sin embargo, estos medicamentos también pueden afectar a las células sanas del cuerpo que tienen una alta tasa de división, como las de la médula ósea, el tracto digestivo y los folículos pilosos. Esto es responsable de algunos de los efectos secundarios asociados a la quimioterapia.
Los parásitos, como los protozoos y los helmintos (gusanos), son organismos vivos con una biología muy diferente a la de las células humanas y a las células cancerosas. Los mecanismos de acción de la quimioterapia están diseñados específicamente para atacar las células eucariotas humanas que se dividen rápidamente, razón por la cual la quimioterapia no les afecta.
Para tratar los parásitos existen antiparasitarios, que actúan sobre estos organismos, interfiriendo en su movimiento, atacando sus procesos metabólicos o impidiendo que se alimenten. Algunos ejemplos de medicamentos antiparasitarios son el albendazol, la ivermectina, el praziquantel o la permetrina.