No se ha demostrado que el ayuno intermitente sea efectivo para tratar la ansiedad

No hay evidencias suficientes de que la abstinencia voluntaria de comer y beber durante un período de tiempo determinado aporte beneficios para combatir la ansiedad


¿Qué se ha dicho?

Que el ayuno intermitente tiene efectos beneficiosos sobre la ansiedad.

¿Qué sabemos?

No existen evidencias suficientes de que el ayuno intermitente, definido como la abstinencia voluntaria de comer y beber durante un período de tiempo determinado, aporte beneficios para combatir la ansiedad.

En una entrevista que cuenta con más de 68.000 visualizaciones en Youtube, una persona que nos presentan como farmacéutico afirma, desde su experiencia personal, que el ayuno intermitente presenta efectos beneficiosos para combatir la ansiedad. El entrevistado también explica cómo se inició en esta práctica hace más de una década, y es que hace años que se habla de este tipo de dieta. De hecho, un documental emitido por la BBC llamado Eat, Fast and Live Longer en 2012 ya hablaba de ello, y en 2019 el ayuno intermitente fue la dieta más googleada por los americanos.

Las búsquedas en Google sobre el ayuno intermitente se disparan cada año justo después de las celebraciones de Navidad, acompañadas de otras búsquedas de conceptos como dieta o perder peso, puesto que se ha demostrado que esta práctica puede contribuir a reducirlo. Pero, ¿tiene algún beneficio sobre nuestra salud mental?

La mayoría de investigación que existe actualmente sobre este tema se ha realizado principalmente durante épocas de Ramadán, ya que esta tradición musulmana es un tipo de ayuno intermitente que realizan 1.600 millones de personas una vez al año. Sin embargo, los estudios no presentan las evidencias suficientes para confirmar los efectos beneficiosos de esta práctica sobre la ansiedad.

Ayuno intermitente: ¿en qué consiste?

El ayuno intermitente —la abstinencia voluntaria de comer y beber durante un período de tiempo determinado— es una práctica común a diversas tradiciones. De hecho, algunos libros de etnología y religión describen este ejercicio como una práctica ancestral con diversas modalidades y patrones de ayuno que van de horas a días.

Es evidente que la decisión de dejar de alimentarse durante un tiempo determinado afecta a nuestro metabolismo de diferentes maneras. Un estudio realizado en 2019 por investigadores austríacos aseguraba que esta práctica es segura en adultos sanos no obesos y que presenta efectos beneficiosos para la salud cardiovascular, por ejemplo. Otros análisis afirman que el ayuno intermitente ayuda a regular la glucemia y algunas revisiones sistemáticas afirman que esta práctica no comporta efectos graves para la salud.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que esta dieta no está recomendada en ciertos grupos como las embarazadas, los niños o las personas mayores. Además, "el ayuno intermitente comporta un riesgo para desarrollar diversos trastornos de la conducta alimentaria", señala a Verificat Esteve Martínez, psicólogo especialista en psicología clínica y consultor del Servicio de Psiquiatría y Psicología Infantil y Juvenil del Instituto Clínico de Neurociencias del Hospital Clínico Universitario de Barcelona.
Asimismo, existen distintos tipos de ayuno intermitente, y no todos tienen los mismos efectos sobre nuestra salud. No es lo mismo hacer ayuno una vez cada quince días que hacer ayuno ocho horas al día, por ejemplo. Antes de empezar cualquier tipo de dieta, siempre es aconsejable consultar a un profesional de la salud, ya que las respuestas de cada cuerpo pueden llegar a ser muy diferentes según distintos factores como el tipo de metabolismo, la edad, el sexo, el peso, etc.

Relación entre el ayuno intermitente y la ansiedad

La investigación sobre el impacto del ayuno intermitente en la salud mental ha aumentado a lo largo de las últimas décadas, pero por ahora no se ha podido establecer una relación causal entre los períodos de abstinencia alimentaria y los menores niveles de ansiedad u otras patologías de salud mental. Los análisis disponibles se han realizado sobre todo durante períodos de tiempo cortos o con un número de participantes limitado y, aunque han llegado a conclusiones preliminares, sus resultados no son extrapolables a la población general. Además, carecen de estudios en poblaciones afectadas por problemas de salud mental, los cuales serían relevantes para analizar el efecto del ayuno sobre estas condiciones.

La mayoría de investigación que existe actualmente sobre este tema se ha realizado principalmente durante épocas de Ramadán. Varios estudios llevados a cabo en Irán entre 2014 y 2018 y los resultados preliminares de un metaanálisis francés de 2021 encontraron efectos beneficiosos del ayuno en la salud mental de aquellos que lo practican, como una reducción de la ansiedad y de la sintomatología depresiva. Ahora bien, la revisión destacó que estos efectos beneficiosos no pueden relacionarse directamente con el ayuno, ya que podrían estar relacionados con otras tradiciones llevadas a cabo durante el Ramadán, como pasar más tiempo en familia o cambiar los hábitos de sueño. El trabajo no halló diferencias significativas en ensayos de ayuno fuera del contexto del Ramadán.

Además, una revisión sistemática de 2022 liderada por la Universidad de Castilla La-Mancha (UCLM), aseguraba que el ayuno intermitente no presenta ningún impacto negativo en las enfermedades mentales. "Nuestra revisión sugiere que el ayuno no influye negativamente en trastornos como la ansiedad y la depresión y podría disminuir la sintomatología depresiva", indica a Verificat Rubén Fernández Rodríguez, investigador predoctoral del Centro de Estudios Sociosanitarios de la UCLM, y primer firmante del artículo. Sin embargo, el experto apunta que la mayoría de trabajos que revisaron se han llevado a cabo en personas con sobrepeso, obesidad o diabetes tipo II, por lo que los resultados no son directamente extrapolables a personas sanas.

La ansiedad en cifras

"La ansiedad es una señal de alarma ante la percepción de un peligro potencial o una pérdida de control que todo el mundo puede experimentar alguna vez", según explica el Canal Salud de la Generalitat de Catalunya. Actualmente, el 6,7% de españoles está afectado por esa condición y la tasa se duplica en las mujeres en comparación con los hombres. Además, como ya comentábamos en un artículo publicado anteriormente, uno de cada diez adultos españoles presenta un problema de salud mental y uno de cada cuatro sufrirá algún trastorno de salud mental a lo largo de su vida.

En cuanto al ayuno intermitente para tratar la salud mental, "es cierto que, en algunos casos, aplicar una restricción de la ventana de ingestas puede dar sensación de autocontrol y seguridad, sentimientos que podrían ser favorables para los trastornos de ansiedad" indica Fernández, pero todavía hace falta más investigación en este ámbito. "Las próximas investigaciones deberían centrarse en medir de forma rigurosa las variables de salud mental en diversas poblaciones, incluyendo algún biomarcador y la condición clínica que presenta cada persona" añade Fernández.

Por ahora, la terapia psicológica y las técnicas de relajación son los tratamientos más frecuentes frente a este trastorno. Mantener hábitos saludables como practicar ejercicio o tener una dieta equilibrada ayudan a prevenir la ansiedad y la depresión, pero hoy en día todavía no podemos confirmar que el ayuno intermitente sirva frente a estas condiciones de salud mental.

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