El 21% de los centros de máxima complejidad imparten la sexta hora de refuerzo, a diferencia de lo que afirma el consejero de Educación de Cataluña
El consejero de Educación de Catalunya, Josep González-Cambray, ha afirmado que los centros de alta complejidad sí que hacen la sexta hora. Se trata de una hora que se añade a las 25 horas de currículum que hacen los alumnos de primaria para poder reforzar las competencias básicas. Sin …
¿Qué se ha dicho?
Que los centros de alta complejidad hacen la sexta hora de refuerzo.
¿Qué sabemos?
Sólo el 21% de los centros de máxima complejidad y el 5,9% de los de alta complejidad impartían la sexta hora, según los últimos datos disponibles del curso 2020/2021.
El consejero de Educación de la Generalitat de Catalunya, Josep González-Cambray, afirmó en una entrevista del diario Ara (minuto 6:09) que en los centros públicos de complejidad de primaria se cursa una hora de refuerzo educativo, la llamada “sexta hora”.
Es engañoso. El consejero omite que este hecho no es aplicable a todos los casos, ya que la realidad es que no todas las escuelas de complejidad hacen esta sexta hora. El 21,2% de los centros de máxima complejidad y el 5,9% de los centros de complejidad alta impartieron la sexta hora en el curso 2020/2021, según los datos facilitados por el Síndic de Greuges, el Defensor del Pueblo catalán. Es decir, en la mayoría de centros de complejidad la sexta hora lectiva de refuerzo no es una realidad.
"De hecho, en la escuela pública están los centros de complejidad que sí hacen la sexta hora"
La sexta hora en las escuelas públicas de Cataluña, una hora diaria que se suma a las 25 horas de currículum semanales en primaria para reforzar las competencias básicas de los alumnos, se introdujo en 2006, pero se eliminó en 2011. Sin embargo, como sostiene González-Cambray, el Govern decidió mantenerla en los "centros de entornos socioeconómicos desfavorecidos". Se trata de una medida de refuerzo para “desarrollar, prioritariamente, habilidades que favorecen alcanzar las competencias básicas”, según explica el Consejo Escolar Municipal de Barcelona.
Sin embargo, actualmente no todos los centros de complejidad imparten esta sexta hora. De los 231 centros de máxima complejidad del curso 2019/2020, 145 (el 62,8%) hacían la sexta hora y de los centros de alta complejidad solo el 13% la impartía. En el curso siguiente (2020/2021), en plena pandemia, las cifras se reducían aún más: sólo el 21% de los centros de máxima complejidad y el 5,9% de los de alta complejidad tenían la sexta hora, según los datos facilitados por el Departament d’Educació al Síndic de Greuges.
Nos hemos puesto en contacto con el Departament d’Educació para preguntar por las declaraciones del conseller pero por el momento no nos han contestado.
175 horas menos en la pública que en la concertada
Lo que pretendía en un inicio esta medida era acabar con las diferencias entre los centros públicos (sin sexta hora) y los centros concertados (mayoritariamente, con actividades complementarias), según consta en el Primer informe de balance sobre la implementación del pacto sobre la segregación escolar del Síndic de Greuges publicado a principios de este año. Este mismo documento recuerda que, sin esta medida, los centros públicos imparten de media 175 horas menos de clase durante el curso y 1.050 horas menos durante toda la etapa de educación primaria.
La primera vez que se habló de la sexta hora fue en el Pacto Nacional para la Educación de 2006, que marcó un precedente a la Ley de Educación de 2009. Se trataba de una medida de refuerzo con la cual la Generalitat quería superar las posibles diferencias entre los centros públicos y los privados concertados, ya que desde entonces todos empezaron a formar parte del servicio público educativo.
Precisamente para los centros concertados, esta sexta hora no era una novedad, ya que el 40% del alumnado escolarizado en centros concertados el curso 2005/2006 ya realizaba seis horas lectivas en primaria, según un informe sobre la sexta hora de la Fundació Bofill. La novedad para el curso 2006/2007 fue la generalización de esta sexta hora al 80% del alumnado de la educación pública, que pretendía llegar al 100% de los alumnos en el curso 2008/2009.
Sin embargo, la sexta hora no iba a incrementar el horario lectivo de los profesores, ya que iba acompañada de la incorporación de, como mínimo, un maestro y medio para cada línea educativa, según explica el mismo informe.
Los recortes afectaron a la sexta hora
En 2011, debido a los recortes de gasto público decretados en el marco de la crisis económica de 2009, la ampliación horaria de la sexta hora se mantuvo “en centros de entornos socioeconómicos desfavorecidos como medida complementaria”, según explicaba la consellera de Educación en ese momento, Irene Rigau. El informe del Síndic calculaba que se podría haber mantenido la sexta hora en alrededor de 400 centros, básicamente los de alta y máxima complejidad.
En 2020 la consejería abrió la puerta a eliminar la sexta hora en la escuela pública, según consta en las instrucciones para el curso 2020/2021. Es por esto que las cifras de escuelas que impartían la sexta hora ese curso diferencian entre las que sí realmente lo hacían de las que tenían los recursos para hacerla, pero en la práctica no la impartían. “En el contexto de la covid, algunos centros pidieron no realizar la sexta hora y utilizaron esos recursos para hacer otras actividades de refuerzo”, explica Bernat Albaigés a Verificat, asesor del Síndic de Greuges. Ese curso 136 centros recibieron los recursos para realizar la sexta hora y no la impartieron y 108 que sí que la realizaron, según los datos del Síndic.
¿Qué son los centros de complejidad?
Desde 2005, el Departament d’Educació de Catalunya ha elaborado diversas clasificaciones de los centros en función de su complejidad. Con esto, la administración pretende destinar más recursos a aquellos centros que se encuentran en entornos socioeconómicos o administrativos desfavorables. De esta forma, a través de políticas compensatorias como la sexta hora, el Departament d’Educació pretende “mejorar la equidad y eficiencia” del sistema educativo, tal y como se explica en el informe Tipología de los centros educativos según el nivel de complejidad, publicado por el departamento en 2021.
Quien hace esta clasificación cada cuatro años es el Consejo Superior de Evaluación de la Educación Pública, teniendo en cuenta el nivel de formación y ocupación de los padres, la proporción de estudiantes de origen extranjero y el número de alumnos con necesidades específicas o de nueva incorporación al centro. Según esto, los centros se dividen por su complejidad en 5 categorías: baja, media-baja, media-alta, alta y muy alta. En 2021 el método de clasificación, que pondera matemáticamente los diferentes factores, se cambió y supuso la reducción del número de centros de alta y máxima complejidad, según los datos facilitados por el departamento al Síndic.
Sin embargo, la Consejería de Educación organiza las plantillas y los recursos de los centros anualmente, por lo tanto, en la práctica, el departamento clasifica los centros en tres categorías: complejidad estándar, alta y máxima. Albaigés, del Síndic de Greuges, explica a Verificat que normalmente los centros de alta y muy alta complejidad coinciden con aquellos que la consejería considera de alta y máxima complejidad, pero que a veces las cifras pueden variar ligeramente porque el departamento reparte los recursos anualmente y tiene en cuenta otros factores como, por ejemplo, si la dirección de un centro pide obtener más recursos.