The Lancet no ha publicado un estudio que vincule los casos de hepatitis en menores con la covid-19
La publicación no es un estudio científico, sino una carta que no ha sido revisada por pares
¿Qué se ha dicho?
Que la revista The Lancet ha publicado un estudiio que vincula los casos de hepatitis aguda infantil de origen desconocido con la covid-19.
¿Qué sabemos?
La publicación no es un estudio científico, sino una carta, un formato donde The Lancet publica reflexiones de sus lectores sobre temas de interés general. El texto no ha sido revisado por pares y se basa en la evidencia ya publicada para sugerir una nueva línea de investigación.
Varios portales web y medios de comunicación internacionales han publicado textos en los que aseguran que la revista The Lancet ha publicado “un estudio” vinculando los casos de hepatitis aguda grave en menores con una infección por la covid-19. Son artículos ENGAÑOSOS. La publicación no es en ningún caso un estudio, sino un artículo de correspondencia, es decir, la opinión de un lector de la revista o experto, que no ha pasado ninguna revisión por pares. En el texto, los científicos no aportan evidencia nueva, sino que en base a la existente sugieren una hipótesis en la que las hepatitis serían una consecuencia de la infección por un adenovirus en niños que se habían contagiado previamente con el SARS-CoV-2, el virus que provoca la covid-19.
The Lancet ha publicado un estudio que vincula la hepatitis aguda grave en niños con el coronavirus
En las últimas semanas, autoridades sanitarias de varios países han alertado de un brote de hepatitis aguda en menores de origen desconocido. El Ministerio de Sanidad británico informó el 5 de abril de este fenómeno, que afecta especialmente a niños de entre 1 y 4 años. Las hipótesis más recientes apuntan a que el origen de estas hepatitis es un adenovirus, que puede estar actuando solo, o conjuntamente con otro patógeno, o bien después de una infección por otra enfermedad (como la covid-19). A pesar de que todavía no se conoce cuál es la causa, la posibilidad de que estén causadas por la vacuna se ha descartado, como ya explicamos.
En el caso que nos ocupa, la hipótesis de que estos casos pueden estar vinculados con una infección previa del SARS-CoV-2 la publicaron los científicos Petter Borden y Moshe Arditi en una carta compartida en The Lancet Gastroenterology and Hepatology, una revista publicada por el grupo The Lancet. El texto no hace públicos los resultados de un estudio, tal como aseguran varios portales web, sino que es una carta de dos expertos en el campo que comparten una hipótesis en base a la evidencia actual. Las revistas científicas publican varios tipos de contenido, más allá de los papers, los artículos donde se comparten los resultados de los estudios científicos llevados a cabo por un grupo de investigadores.
Tal como explica el propio grupo en su página web, las cartas o artículos de correspondencia son “las reflexiones de nuestros lectores sobre contenido publicado en las revistas de The Lancet o sobre otros temas de interés general para nuestros lectores”. Es decir que no son estudios, sino ideas compartidas por la comunidad científica que, además, no suelen estar revisadas por pares por personas externas al grupo.
Hipótesis sin pruebas
Los autores del escrito no aportan evidencia científica nueva sobre los casos de hepatitis aguda en niños, una inflamación del hígado de causa desconocida que reportó por primera vez el Reino Unido el 5 de abril. El texto publicado por el grupo The Lancet plantea la hipótesis de que, en base a la información conocida hasta el momento, “los casos reportados […] pueden ser una consecuencia de una infección de adenovirus con trofismo intestinal [influencia sobre la nutrición del tejido intestinal] en niños previamente infectados por el SARS-CoV-2”. Es decir, que los autores proponen que la combinación entre la covid-19 y una infección posterior de un adenovirus podría dar lugar a los casos de hepatitis.
Sin embargo, por ahora se trata de una hipótesis que necesita de evidencia científica para ser avalada. Los autores “crean una hipótesis de trabajo y plantean que habría que estudiarla, pero es que es [una] entre otras muchas”, explica a Verificat Marina Berenguer, catedrática de la Universitat de València, responsable del grupo de Hepatologia y Transplante Hepático del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe, coordinadora del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD) y expresidenta de la Sociedad Internacional de Transplantament Hepático (ILTS). “No se puede decir que esto sea lo que está pasando”, sentencia.
Un panorama de poca evidencia
En su actualización del 11 de mayo, los Centros Europeos para el Control y Prevención de Enfermedades recogían entre 102 y 106 casos de hepatitis en menores en países europeos (22 en España), el Reino Unido sumaba 163, y el resto del mundo, 181. Como ya explicamos en este artículo, no obstante, todavía no se ha detectado cuál es la causa de los casos de hepatitis aguda detectada en niños.
La Agencia de Seguridad en la Salud del Reino Unido (UKHSA), que dio la alarma al registrar “un aumento inesperado y significativo de los casos”, tal como lo define la OMS, recogía en su actualización del 6 de mayo las principales hipótesis en las cuales están trabajando especialistas de todo el mundo. La institución incluía la posibilidad que plantean los autores del texto publicado en The Lancet: que una infección normal de adenovirus, unida a una infección previa (por SARS-CoV-2 u otro virus), fuera la causa de estos casos de hepatitis. Esta es, pese a todo, una entre las 10 posibles hipótesis que tienen en cuenta, que incluyen, por ejemplo, una nueva variante de adenovirus o de SARS-CoV-2, un nuevo patógeno o una exposición ambiental como posibles causantes.
De hecho, a estas alturas, el desconocimiento se extiende, incluso al hecho de que el episodio sea nada fuera del común: la actualización del 13 de mayo de la emergencia sanitaria publicada por el Ministerio español de Sanidad, afirma que el total de “casos observados [dentro del estado] estaría dentro de los esperables, excepto en el grupo de 1 a 4 años, en los cuales se observa un posible exceso por encima del límite superior”. Aun así, el Ministerio aboga por “mantener la intensidad de la vigilancia” que se está llevando a cabo. “Toda la historia hemos tenido hepatitis agudas en niños graves sin ninguna causa etiquetable”, concluye Marina Berenguer.