Por qué es importante citar siempre la fuente y no confiar ciegamente en un artículo que no ha pasado por la revisión por pares
Si nos fiamos de los artículos científicos es porque sabemos que han pasado por un proceso de revisión estricto
Hace unos días se esparció por redes que un grupo de científicos había creado embriones humanos sintéticos utilizando únicamente células madre, sin necesidad de óvulos o esperma. Esta noticia era engañosa, pero ¿cómo se generó la desinformación, si los artículos científicos son, por lo general, una fuente fiable?
Siempre hablamos de los artículos académicos como una fuente de referencia y de la que podemos fiarnos. Pero la confianza que tenemos no es ciega: si nos fiamos tanto de la ciencia es porque sabemos que cualquier artículo que haya llegado a publicarse en una revista de prestigio habrá pasado por un proceso de revisión largo y estricto, siguiendo una metodología concreta y reproducible, y llevado a cabo por una o múltiples personas expertas en el campo en cuestión.
Este método es lo que conocemos como peer-review: un proceso de evaluación de un artículo donde personas expertas independientes leen, revisan y dan su opinión sobre el manuscrito que ha sido escrito por otro grupo de científicos o expertos de la misma área temática. Este proceso garantiza la calidad de la investigación y la validez de los hallazgos.
No todos los artículos pasan por un proceso de revisión
Existen varios tipos de publicaciones que no pasan por este proceso de revisión exhaustivo. Los artículos de periódicos, por ejemplo, no están escritos por expertos sobre el tema, y aunque en las publicaciones de calidad se someten a una revisión por parte de un editor, no reciben revisión por pares. De la misma forma, los artículos de revistas no especializadas, los anuncios u otros materiales patrocinados, las editoriales o muchos artículos de opinión tampoco pasan por este proceso.
En ciencia, un 'preprint', o una preimpresión, es un manuscrito científico que todavía no ha pasado por una evaluación por pares o peer-review. Estas preimpresiones deben completar muchos pasos antes de convertirse en un artículo publicado, incluido el envío a la revista, la revisión por parte de los editores y el proceso editorial. Por eso, antes de la revisión por pares, a menudo se hacen públicas las preimpresiones de los artículos sin coste alguno con el objetivo de distribuir información a la comunidad investigadora. La publicación del preprint permite acceder a las conclusiones y detalles de la investigación antes de que sean publicadas oficialmente.
Estas preimpresiones se publican en webs como medRxiv o bioRchiv, siempre bajo la advertencia de que los lectores deben ser conscientes de que los artículos pueden contener errores y dar información que todavía no ha sido aceptada o avalada por la comunidad científica o médica.
El caso de The Guardian: nadie está creando "humanos" en el laboratorio
Hace unos días corrió una noticia diciendo que unos científicos habían creado embriones humanos sintéticos utilizando únicamente células madre, sin necesidad de óvulos o esperma. La noticia apareció primero en The Guardian, y dio la vuelta al mundo.
Pero se trataba de un rumor engañoso, un ejemplo de cómo no deben presentarse los resultados de una investigación. La científica a cargo del supuesto avance comentó sus resultados a una periodista del medio británico, antes incluso de tener un preprint publicado —una forma incorrecta de presentar unos hallazgos científicos de tal relevancia—. El segundo error lo cometió el citado diario, que publicó en portada ese día el hallazgo sin disponer de estudios o fuentes que aportaran pruebas sobre la información en cuestión.
Además, aunque el titular viral hablaba de embriones sintéticos, la científica ni siquiera anunció tal cosa, sino que explicó que habían desarrollado modelos de embriones (que no tienen por objetivo ser implantados en un útero, sino que sirven como herramienta de diagnóstico), y no de embriones sintéticos (cuya fase final sí sería la implantación en el útero).
Evidencias, siempre evidencias
De esta situación podemos extraer algunas lecciones: por un lado, que la desinformación en ciencia puede aparecer incluso en las mejores familias. The Guardian es un diario de prestigio, reconocido en todas partes, del que seguramente nos fiaríamos. Esto no quiere decir que tengamos que dejar de confiar para siempre en este diario, ¡pero sí tener en cuenta que siempre tenemos que mirarnos las cosas con criterio!
Por otro lado, si no hay estudio, ni preprint, ni ningún dato que sostenga el artículo… ¡Desconfía! Recuerda que lo importante será siempre basar el artículo en la evidencia existente (y poder demostrar de dónde ha salido la información).